Según informó El País de España, Brasil vivió un conflicto judicial por la potencial liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), quien fue condenado, por corrupción.

El juez de apelación Rogerio Favreto, del Tribunal Regional Federal-4 (TRF-4), una corte de segunda instancia, aceptó la petición de habeas corpus presentada por diputados del PT  para que el exmandatario abandone la cárcel en la que se encuentra desde el pasado 7 de abril.

Favreto ordenó su puesta en libertad urgente. Sin embargo, el juez Sérgio Moro, responsable del caso Petrobras en primera instancia y quien condenó a Lula a nueve años y seis meses de prisión, dictó un auto en el que ponía en duda la competencia del magistrado Favreto que ordenó liberar a Lula.

Así mismo, João Pedro Gebran Neto, un tercer juez,  responsable del caso Lula en segunda instancia, intervino bloqueando también la orden de excarcelar al expresidente, pero Favreto insistió en su decisión y más tarde volvió a decretar la liberación del líder del PT.

Ante esta situación entre jueces, el juez Carlos Eduardo Thompson Flores, presidente del tribunal, decidió, en la noche del domingo, mantener a Lula en la cárcel.

El exmandatario, quien se encuentra entre los favoritos para las elecciones presidenciales del próximo octubre, cumple una condena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y blanqueo de capitales por aceptar un tríplex de lujo en São Paulo como pago de la constructora OAS por sus favores políticos.