El mes de septiembre de 2023 ha marcado un récord en la frontera México-EE.UU., con más de 200.000 inmigrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza al intentar cruzar de manera ilegal. Esta cifra representa el número más alto del año, subrayando los retos que enfrenta el gobierno de Biden en medio de la migración masiva en la región.
Las autoridades federales se encuentran lidiando con una nueva oleada de inmigrantes que pone a prueba los recursos y fomenta la preocupación en ciudades de todo Estados Unidos. El número de detenciones fronterizas del mes pasado representa un aumento respecto a agosto, cuando la Patrulla Fronteriza detuvo a cerca de 181.000 migrantes.
Un alto funcionario de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. (CBP) declaró a CNN que los cruces de migrantes en la frontera seguirán siendo elevados a corto plazo. Sin embargo, se espera que los compromisos adicionales de México contribuyan a reducir las cifras.
En respuesta a esta situación, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. ha repatriado a más de 281,000 personas desde mayo. Simultáneamente, ha ampliado el procesamiento de refugiados y las opciones de reunificación familiar.
El secretario de Estado Antony Blinken, junto con el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, el secretario de Justicia Merrick Garland y la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall, se reunirán esta semana con sus homólogos mexicanos en Ciudad de México para conversaciones anuales sobre seguridad.
La migración será uno de los temas principales en la agenda. Funcionarios de la administración sostienen que EE.UU. ha mantenido contactos regulares con México sobre la situación en la frontera sur, incluyendo compromisos para reforzar la aplicación de la ley.
México y EE.UU. han tomado medidas conjuntas para frenar la migración irregular. Entre ellas destacan un acuerdo para “depurar la frontera” y la implementación de 15 acciones coordinadas con la CBP y Ferromex para satisfacer las necesidades del sistema ferroviario y disuadir a los migrantes de arriesgar sus vidas en el tren.
A pesar de estos esfuerzos, los cruces de migrantes a lo largo de la frontera han incrementado, superando los 8,600 en un período de 24 horas la última semana de septiembre. Esta nueva ola de migrantes ha intensificado la presión sobre el gobierno de Biden, que ha implementado una serie de medidas para frenar la migración irregular.
En ausencia de una reforma migratoria, la administración Biden ha implementado una diversidad de políticas para intentar detener el flujo de migrantes hacia la frontera sur de Estados Unidos en medio de una migración masiva sin precedentes en el hemisferio occidental.
La administración de Biden ha estado trabajando activamente para abordar los desafíos de la inmigración en Estados Unidos. A comienzos de año, se propusieron medidas legislativas para crear nuevas formas de entrada legal al país. Estas incluyen la implementación de una aplicación móvil diseñada para prevenir cruces ilegales y la creación de centros de procesamiento en América Latina para permitir a los migrantes que califiquen presentar solicitudes para trasladarse a Estados Unidos.
No obstante, el flujo de migrantes continúa, impulsado por la desesperación y la desinformación proporcionada por los traficantes humanos. A pesar de las nuevas políticas de inmigración, muchos optan por arriesgar el cruce ilegal. La causa de este último aumento no se ha explicado completamente, pero las autoridades de Seguridad Nacional citan economías débiles, regímenes autoritarios y la crisis climática como factores que impulsan la migración.
Fuente: CNN
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