Ciencias y Tecnología

NASA y SpaceX envían semillas tradicionales al espacio: Un experimento que une la ciencia y la cultura nativa

En una colaboración entre la NASA, SpaceX y la reserva nativa de Choctaw de Oklahoma, se envían semillas de plantas tradicionales al espacio para ser plantadas por estudiantes locales tras su regreso a la Tierra.

SpaceX antes de despegar. Foto: @NASA_es

En una colaboración sin precedentes entre la ciencia y la cultura nativa, la NASA y SpaceX han lanzado semillas de plantas tradicionales al espacio. El pasado jueves, la misión de reabastecimiento número 29 despegó desde el Cabo Cañaveral, Florida, rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI). A bordo del cohete Falcon 9 y la nave Dragon -ambos propiedad de SpaceX-, se enviaron 3.000 kilogramos de suministros, equipo informático y, notablemente, semillas provenientes de la reserva nativa de Choctaw de Oklahoma (CNO).

La carga única de la NASA incluye 500 gramos de semillas de calabaza, guisantes, maíz y otras plantas de la reserva CNO. “Después de que las semillas regresen a la Tierra, los estudiantes locales las plantarán”, explicó la NASA. Esta es parte de un experimento conjunto entre la CNO, el programa Native Earth/Native Sky de la Universidad Estatal de Oklahoma (OSU) y el programa de Activación Científica de la NASA. Todo el proceso, desde el viaje de las semillas hasta las experiencias de los estudiantes, será documentado en un plan de estudios.

Además de las semillas, la misión CRS-29 también lleva a bordo el experimento ILLUMA-T, un terminal amplificador y módem de usuario de órbita terrestre baja que buscará investigar las capacidades mejoradas de comunicación de datos en la EEI.

Este proyecto es más que una simple misión de reabastecimiento. Es un esfuerzo conjunto para unir la ciencia y la cultura, para aprender no solo sobre las posibilidades del espacio, sino también sobre las tradiciones y el conocimiento de las comunidades nativas. Con cada semilla que se planta después de su viaje espacial, se siembra también una semilla de curiosidad y respeto por la rica diversidad de nuestro planeta y de los pueblos que lo habitan.

Fuente: El Economista.es