El pastor José Insfrán, imputado por lavado de dinero y asociación criminal, se entregó a la justicia paraguaya el pasado jueves. Con una imponente estructura criminal desbaratada, surge la pregunta: ¿Quién protegía al pastor mientras estuvo en la clandestinidad?
La situación procesal del pastor Insfrán conlleva una pena privativa de libertad de aproximadamente 22 años y seis meses. Se le acusa de ser el principal lavador del dinero proveniente del narcotráfico, generado por su hermano menor, Miguel Ángel Insfrán Galeano, conocido como “Tío Rico”. Ambos eran presuntamente líderes de una organización criminal que transportaba toneladas de cocaína a través de Paraguay hacia distintos destinos internacionales.
Además de sus actividades delictivas, el pastor Insfrán y Yolanda Ignacia Insfrán Galeano aparecen como dueños de empresas utilizadas para adquirir y equipar estancias donde se descargaban cargamentos de droga. También se les atribuye la posesión de vehículos utilizados por otros implicados en la red delictiva.
La investigación, denominada operativo “A Ultranza PY”, fue llevada a cabo por la Fiscalía paraguaya en colaboración con organismos de seguridad de Europa, Estados Unidos y Sudamérica, así como la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). El pastor Insfrán logró escapar del país y refugiarse en Bolivia, pero regresó a Paraguay meses después.
Durante su período de clandestinidad, se especula que el pastor estuvo protegido por organismos de seguridad en el departamento de Canindeyú, en la frontera con Brasil. Las autoridades investigan cómo pudo permanecer oculto durante tanto tiempo en esta región sin ser detectado por la Policía y la Senad.
A pesar de la afirmación del pastor Insfrán de que su entrega a la justicia fue un “pedido divino”, los investigadores desconocen el motivo exacto de su determinación. Se baraja la posibilidad de que haya recibido promesas de beneficios judiciales o medidas alternativas a la prisión por parte de operadores políticos. Antes de su caída en desgracia, el pastor tenía relaciones cercanas con influyentes políticos colorados.
La jueza Rosarito Montanía ordenó la prisión preventiva del pastor Insfrán en la Senad, donde permanecerá hasta que se determine su destino final dentro del sistema penitenciario. Mientras tanto, la investigación continúa y se espera que se aclaren todos los detalles de su participación en esta red criminal.
Fuente: ABC Color.