Si alguna vez te despertaste en medio de la noche con la nariz tapada y los ojos llorosos, no estás solo. Es común que los síntomas de afecciones respiratorias como la tos, el dolor de cabeza o la congestión nasal empeoren cuando cae el sol. Pero, ¿por qué pasa esto?
Según recientes investigaciones, el agravamiento de estos síntomas se debe a varios factores, entre ellos el ritmo cardiaco y el reloj interno del cuerpo. Al llegar la noche, nuestro cerebro interpreta que es hora de dormir y estimula ciertas células inmunitarias para que se vuelvan más activas.
Estas células, que trabajan como centinelas en nuestro organismo, se dirigen a distintas partes del cuerpo en busca de virus y bacterias invasores. Al encontrarlos, pueden causar irritación e inflamación, lo que acaba empeorando nuestros síntomas respiratorios por la noche, según un estudio de la Universidad del Sur de California.
Además, ciertas hormonas como el cortisol también siguen un ritmo circadiano. Los niveles de cortisol son más elevados por la mañana, ayudando a suprimir la inflamación durante el día y, a su vez, a aliviar los síntomas. Sin embargo, cuando los niveles de cortisol empiezan a descender por la noche, los síntomas pueden recrudecerse.
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Otra razón que puede agravar los síntomas de la tos y el resfriado por la noche es el llamado goteo “posnasal”. Este fenómeno ocurre cuando la mucosidad se acumula en la parte posterior de la garganta mientras estamos acostados. Por si fuera poco, las condiciones ambientales de la habitación, como la sequedad del aire, también pueden irritar las vías respiratorias.
¿Cómo podemos lidiar con esto? Mantener las habitaciones con cierto nivel de humedad puede ser de gran ayuda. Esto no solo reduce la transmisión de virus respiratorios, sino que también puede aliviar síntomas como la tos o la congestión cuando estamos enfermos. Otra solución podría ser elevar la cabeza con algunas almohadas extra para ayudar a drenar la mucosidad mientras dormimos.
En resumen, la noche puede ser una época desafiante para quienes sufren de afecciones respiratorias. Pero con un poco de conocimiento y algunas modificaciones en nuestro entorno, podemos hacer que nuestras noches sean un poco más llevaderas.
Fuente: La Nación.
