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Bukele va por la reelección: Asamblea salvadoreña aprueba licencia presidencial

La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la solicitud del presidente Nayib Bukele para tomar una licencia de seis meses y centrarse en su campaña de reelección.

Foto: X @AlertaNoticiera

En un movimiento que ha generado controversia, la Asamblea Legislativa de El Salvador ha aprobado la solicitud del presidente Nayib Bukele de un permiso para dejar su cargo durante seis meses. Esta decisión permitirá a Bukele centrarse en su campaña para la reelección en 2024, a pesar de las críticas que señalan que la Constitución del país prohíbe los mandatos presidenciales consecutivos.

El plan de reelección de Bukele ha sido objeto de un intenso escrutinio tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, en 2021, el máximo tribunal del país dictaminó de manera sorprendente que Bukele podía presentarse a un segundo mandato, siempre y cuando dejara su cargo seis meses antes del inicio de un nuevo periodo.

El mandatario salvadoreño tiene altos índices de aprobación gracias a su dura represión contra las pandillas violentas que han azotado al país. Esta popularidad podría jugar a su favor en las elecciones de 2024, a pesar de las críticas de activistas de derechos humanos y observadores internacionales que condenan sus tácticas.

La decisión de la Asamblea Legislativa de conceder la licencia a Bukele no ha estado exenta de críticas. Los detractores argumentan que esta medida podría sentar un peligroso precedente y desafiar la prohibición constitucional de reelección presidencial consecutiva.

El Salvador se encuentra en un momento de encrucijada política. Por un lado, la “mano firme” de Bukele ha logrado ciertos avances en la lucha contra la delincuencia. Por otro lado, sus tácticas y su deseo de reelección han generado preocupaciones sobre el estado de la democracia en el país.

La decisión de la Asamblea Legislativa de permitir a Bukele tomar una licencia para centrarse en su campaña de reelección es un reflejo de la tensión entre estos dos aspectos. La pregunta que queda por responder es si El Salvador está dispuesto a sacrificar algunos de sus principios democráticos por la promesa de seguridad y estabilidad.

Fuente: CNN