Espectáculos

El Areté Guasu ilumina el Chaco con su carnaval indígena

El Areté Guasu, un carnaval lleno de color y tradición, sigue celebrándose en la comunidad Yvopeyrendá, Filadelfia, hasta el martes.

Arete Guasu. Foto: IP.

En el corazón del Chaco paraguayo, la comunidad de Yvopeyrendá en Filadelfia se viste de colores vibrantes y sonidos ancestrales para celebrar el Areté Guasu, un carnaval que es mucho más que una festividad; es una conexión profunda con las raíces y la historia de un pueblo que resiste y celebra su identidad.

Esta semana, el evento continúa siendo un espectáculo de alegría y tradición, con la participación activa de la comunidad, desde los más jóvenes hasta los más ancianos, en una demostración de unidad y respeto por el legado de sus antepasados.

La preparación para el Areté Guasu es un proceso que involucra dedicación y creatividad, donde cada participante confecciona sus propios disfraces y máscaras, dando vida a las danzas y cánticos que invocan a los espíritus de quienes les precedieron.

“Es una fecha muy especial para nosotros, ya que nos permite reconectar con nuestras raíces”, comentaron emocionados algunos de los jóvenes disfrazados, evidenciando el compromiso de la nueva generación con la preservación de esta festividad ancestral.

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A pesar de las demandas de la vida moderna, que modificaron la forma en que se organiza el evento, haciéndolo intermitente hasta este martes, la esencia del Areté Guasu permanece intacta. La comunidad se reúne en el centro social de Yvopeyrendá para practicar los bailes y cánticos, compartiendo la “chicha” y diversas comidas tradicionales, en un ambiente donde la cultura guaraní occidental se hace presente no solo en el idioma sino en el espíritu de la celebración.

El Areté Guasu o Kandaváre no es solo un carnaval; es una ceremonia de integración intercultural que data de tiempos precolombinos, donde la danza se convierte en el vehículo para el encuentro entre lo terrenal y lo espiritual, asegurando que la memoria de la lucha y la vida de los ancestros se transmita a las futuras generaciones.

La festividad se extiende más allá de Yvopeyrendá, alcanzando a comunidades como Macharety, Santa Teresita, y San Agustín de Pedro P. Peña, y ve la participación de pueblos como los Manjui y Nivaclé, así como de miembros de la población no indígena, quienes se suman en un gesto de fraternidad y reconocimiento mutuo.

La culminación del Areté Guasu es un momento de profunda simbología, con más danzas y rituales que finalizan en una procesión hacia el cementerio al atardecer. Allí, las máscaras y objetos usados durante la festividad se dejan como guardianes de la comunidad, simbolizando la protección contra la muerte y el renacimiento de la cultura con cada edición del evento.

Fuente: ABC.