Lidia Ramona Sosa, de 57 años, quien vive en el barrio Tablada desde hace nueve años, manifestó a RDN que es la tercera vez que se ve afectada por la contaminación de la Laguna Pytã.
Mencionó que los causantes de la muerte de los peces son la curtiembre Vernón y la fábrica farmacéutica Guayaki, quienes estarían lanzado sus desechos en el cauce hídrico.
La precaria vivienda se encuentra ubicada al borde de la laguna.
Otros animales han muerto a causa del agua contaminada.
El olor nauseabundo de los peces muertos causa dolor de cabeza y vómitos a los pobladores.
Entre lágrimas Lidia pidió ayuda a las autoridades, principalmente al intendente Mario Ferreiro, alegó que por ser pobres nadie escucha sus reclamos.
Sosa pide a la curtiembre Vernón les provea de medicamentos ya que la situación que están atravesando los está enfermando.
Resaltó que no pueden alimentarse debido al fétido olor que existe en el ambiente.
Por otra parte, declaró que ningún funcionario de la SEAM se apersonó en el sitio.
La mujer se dedica al reciclaje, y envió a sus hijos a otro lugar ya que se estaban enfermando.Mientras que desde la Secretaria del Ambiente informaron que presumen la mortandad de peces se debe a la acumulación de residuos, ya que supuestamente no hallaron evidencia de efluentes tóxicos en la zona de la Laguna Pytã.