Pablo Alonso, Miguel Mora, César Rojas. Foto: Lorena Galeano.
Se proyecta que el PIB tendrá un crecimiento del 4,3% que implica 0,4 puntos porcentuales menos que el pronóstico de julio.
Se destaca que la actividad del primer semestre se mantuvo dinámica, obteniendo un crecimiento en torno al 5,1%, moderación que es mayor de la esperada.
Con relación a la disminución en la previsión, la banca matriz señala que se debe a las inclemencias climáticas que han afectado la generación de energía eléctrica, también a las ofertas en el sector ganadero y al menor dinamismo de las obras públicas, sumándose además la situación económica de Brasil y Argentina.
Indicaron además que para el sector primario se proyecta una tasa de crecimiento en torno al 0,6% inferior al 1,7% en relación al informe del mes de julio.
Mientras que la agricultura tendrá un crecimiento del 0,5%, menor al 1,3% previsto debido a la caída de algunos rubros como el arroz, trigo, girasol, sésamo y la canola.
Por otro lado, se dio un crecimiento positivo en la producción de la soja, que fue de un 3%, que permitirá que el sector no tenga una tasa negativa.
Finalmente, para la ganadería se espera que se dé una caída del 2,5%.
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