Las precarias viviendas pertenecientes a alrededor de 700 familias que ocupaban el predio de la Copaco, fueron totalmente quemadas y destruidas.
A un día del violento desalojo que se registró el miércoles, donde más de 2.000 policías estuvieron presentes, el panorama es desolador.
Varios animales se encuentran abandonados, e incluso hay algunos gatos que resultaron con quemaduras tras la destrucción de las casas.
Los ocupantes del precio detallaron que una mujer identificada como Cristina Aquino junto con un abogado eran quienes negociaban y cobraban cuotas para que los sintechos ocupen el sitio.
Por el momento aún hay efectivos policiales de la comisaria 11 de Arroyo Seco, para evitar el ingreso de extraños, informó C9N.
