Horacio Cartes. Foto: 24horas.com.py.
Desde la caída del dictador Alfredo Stroessner en el año 1989, la democracia en Paraguay fue tomando forma con nuevas figuras dentro de la política local.
Y aunque pasaron ya tres décadas de aquel acontecimiento que marcó un antes y un después en la historia, el país se encuentra en un estado de ‘eterna’ transición donde reinan los casos de corrupción, además de un sinfín de escándalos que involucran a los personajes más importantes de la cúpula de poder.
A continuación, lea los 10 de los escándalos más recordados de los presidentes desde el comienzo de la era democrática.
El general Andrés Rodríguez (1923-1997), es recordado no solo por darle fin a una de las dictaduras más largas de Latinoamérica con un golpe de Estado en 1989. Además, el exmandatario estuvo envuelto en numerosos escándalos por sus vínculos con el narcotráfico.
Durante su gobierno, Paraguay se ha convertido en el mayor productor de marihuana de Sudamérica, además de una ruta de transformación en cocaína de la coca boliviana, que luego se distribuía a Brasil, Argentina y otros países, según la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD).
Rodríguez, quien tenía un estrecho parentesco con el General Stroessner, fue bautizado por la prensa internacional como “el general de las canillas de oro”. Según una popular anécdota, en una oportunidad el Rey Juan Carlos de España visitó su residencia y se sintió impresionado por la majestuosidad de sus baños, que supuestamente contaban con grifería totalmente bañada en oro.
El monarca no resistió preguntarle si todas las riquezas a la vista las había adquirido con su sueldo de general.
El 22 de abril de 1996, Lino César Oviedo -que por aquel entonces era comandante del Ejército- amenazó con un levantamiento armado contra el gobierno de su exaliado, el presidente Juan Carlos Wasmosy.
Según relata la historia, todo comenzó tras una acalorada pelea Palacio de Gobierno. Aparentemente, el mandatario y el militar discutían acerca de las empresas que se beneficiarían con la construcción de un tercer puente con Brasil sobre el río Paraná. Al no tener éxito, Lino Oviedo se acuarteló en la Caballería y exigió la renuncia de Wasmosy, amenazando con sacar los tanques a la calle.
Durante tres días de incertidumbre y zozobra, miles de ciudadanos –especialmente jóvenes– fueron hasta la plazas del Congreso y defendieron al Jefe de Estado, exigiendo cárcel para Oviedo.
Finalmente, luego de una intensa negociación de la que participó el expresidente colombiano -entonces secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA)- César Gaviria, se logró un acuerdo: Lino Oviedo renunció a su intención golpista y aceptó su pase a retiro como general, a cambio de ser nombrado ministro de Defensa en el gabinete de Wasmosy.
En el año 2007, el expresidente de la República, Nicanor Duarte Frutos, expresó una frase lamentable contra Judith Andraschko, quien por aquel entonces se desempeñaba como ministra de la Secretaría de Acción Social (SAS).
En una reunión con dirigentes sintecho en la ciudad de Ñemby, el entonces mandatario realizó una pesada broma en un intento con congraciarse con los líderes sociales.
Para lograrlo, no tuvo mejor idea que referirse a Andraschko de manera degradante y machista: “Hetáma anga koojeapatuka chupe, pero lo mitã ko ndoapatukái chupe la otra cósape. (Mucho ya se le golpeó, pero los muchachos no le golpean en la otra cosa)”, dijo el presidente, quien además invitó a los dirigentes sintechos a “apatukar” a la funcionaria.
Los dichos de Duarte Frutos no cayeron para nada bien a la opinión pública, y desde la Fundación Kuña Aty exigieron al mandatario que pida disculpas públicamente, tanto a la ministra Judith Andraschko como a todas las mujeres paraguayas que se sintieron ofendidas con su agravio.
Tras asumir la presidencia en el 2008 y sacar al tradicional Partido Colorado del gobierno, el exobispo de San Pedro se vio envuelto en una serie de escándalos que pusieron en jaque su paso por el poder.
Uno de los más renombrados fue la aparición de varias mujeres que reclamaban a Lugo la paternidad de sus hijos. La primera en denunciarlo fue Viviana Carrillo, una joven oriunda de San Pedro con la que el expresidente tuvo una vínculo amoroso mientras aún oficiaba como sacerdote en aquella ciudad.
Fruto de esa relación nació Guillermo Armindo, quien fue reconocido por Lugo en el año 2013 luego de que Carrillo exigiera públicamente que reconozca la paternidad del menor.
Pocos días después otras dos mujeres, Benigna Leguizamón y Hortensia Morán, reclamaron a Lugo el reconocimiento de sus hijos. Mientras que Benigna aseguraba haber concebido con Lugo a Lucas Fernando, Hortensia sostenía que el exsacerdote era padre de Juan Pablo, que por aquel entonces tenía poco más de un año de edad.
Finalmente, Benigna Leguizamón decidió retirar la demanda luego de un supuesto arreglo extrajudicial. Según se comenta, Lugo le habría comprado una casa y le habría dado G. 500 millones para renunciar al juicio. Por su parte, Hortensia Morán también llegó a retirar la denuncia, pero la retomó asegurando que el expresidente había prometido que reconocería a su hijo, pero no cumplió.
Ya desde antes de asumir la presidencia, Fernando Lugo era atacado por los opositores colorados, quienes aseguraban que el exreligioso tenía nada menos que 17 hijos no reconocidos.
Desde los inicios de su carrera política, Fernando Lugo fue catalogado como un hombre ‘insaciable’ que disfrutaba a pleno de la compañía de mujeres, muchas de ellas reconocidas modelos de la farándula local e internacional.
Según reveló el exintendente de San Carlos del Apa, Luis Aníbal Schupp, Lugo llegó a pagar USD 25.000 dólares para pasar una noche con la famosa vedette argentina Jessica Cirio.
El polémico político también reconoció que el gusto de Fernando Lugo por las mujeres ya era conocido desde la época de su campaña electoral. “Cuando llegó al poder mostró su verdadera cara. Antes se conformaba con las limpiadoras del obispado o las criaditas. Jamás pensé que sería así después. Lo tenía bien oculto”, sostuvo Schupp.
El expresidente Horacio Cartes y el cuestionado empresario Darío Messer, han demostrado que su relación no se basa en una simple amistad, pues ambos son socios en una empresa offshore constituida en Panamá.
En su declaración jurada ante el Banco Nacional de Fomento (BNF), Messer asumió su vínculo con Inversiones Tournon SA Panamá, una sociedad anónima que en su versión paraguaya tiene como apoderado a Eduardo César Campos Marín, presidente del Banco BASA -exbanco Amambay- propiedad del expresidente de la República Horacio Cartes.
La misteriosa empresa figuraba como dueña de estancias, una de ellas en Capitán Bado, lugar donde cayó un importante cargamento de drogas en el año 2000.
Este lunes, una Comisión Legislativa confirmó los lazos entre el exmandatario y el prófugo de la justicia.
El 15 de agosto del 2013 durante la asunción de Horacio Cartes al poder Ejecutivo, su exesposa, María Montaña, se presentó ante la prensa como la Primera Dama de la Nación, un hecho que causó sorna y desató el escándalo en la cúpula de poder.
“Es un momento muy emocionante, parece que no fuera cierto, pero es así y yo tengo que cumplir el rol del Despacho de la Primera Dama y, sobre todo, voy a estar actuando en lo social”, remarcó Montaña ante la consulta de los reporteros.
No obstante, a un mes de su mandato Cartes suprimió oficialmente el Despacho de la Primera Dama mediante el decreto Nº 243, con el argumento de redireccionar recursos hacia otros propósitos más importantes para el país.
Muchos atribuyeron esta decisión a las polémicas declaraciones de Montaña, quien finalmente no ocupó ningún cargo público durante el gobierno de su exesposo.
Durante su gobierno, el expresidente Federico Franco fue señalado en varias ocasiones por el ascenso meteórico de sus bienes y la compra de lujosas propiedades.
Una de ellas es una lujosa quinta ubicada en Yvytuyruzú, departamento de Guairá. Carsten Rickel un ciudadano alemán que actuó como intermediario en la compra del inmueble, aseguró que Franco adquirió la propiedad por USD 320.000, monto que pagó al contado, aunque fuentes cercanas aseguran que el precio fijado fue aún mayor.
“La propiedad es hermosa, es un paraíso, sobre asfalto, tiene más de 20 baños, cinco cocinas, una locura es la mansión, por eso se vendió muy rápido también», remarcó Rickel en contacto con la prensa.
Ubicada a los pies de un cerro, la quinta posee una superficie de 2 hectáreas con 767 metros cuadrados, además se halla rodeada de un lado de una tupida vegetación, mientras que del otro se puede observar un imponente cerro.
Del escándalo 10 fue hace un tiempo considerable y hay pocos quienes lo recordarán.
Además de ser acusado por numerosos casos de corrupción, lavado de dinero y su supuesto vínculo con el narcotráfico, Horacio Cartes también es señalado como uno de los presidentes con las frases más desafortunadas de la era democrática.
“Usen y abusen de Paraguay”, expresó el mandatario el 18 de febrero del 2014, cuando se reunió con empresarios brasileños. De igual forma, durante su campaña política en abril del 2013, Cartes dijo: «Me pego un tiro en las bolas si mi hijo es gay”, además de comparar a los homosexuales con los monos.
Poco después de asumir la presidencia, Horacio Cartes cuestionó a un periodista por consultarle si admiraba a un dictador Stroessner, reconocido como violador de derechos humanos por organizaciones de renombre internacional. “¿Qué tenés con Alfredo Stroessner? ¿Te sacó la novia o qué?”, se preguntó en octubre de 2013, desatando una nueva polémica de gran magnitud entre los organismos de derechos humanos.
Otras frases tristemente célebres de Horacio Cartes son: “Paraguay es fácil. Paraguay es como esa mujer bonita”, señaló en una reunión con empresarios uruguayos en octubre del 2013; “¿Qué querés que haga con el muerto? ¡Se murió porque estaba ahí!”, fue su respuesta en diciembre del 2014, cuando le consultaron sobre su postura respecto a la muerte de un hombre a causa del cierre de ruta.
Lo último fue recomendar «balines de goma» a los jóvenes que se manifestaban durante los últimos días de su mandato.
Corría el año 2006 cuando el entonces presidente Nicanor Duarte Frutos desafiaba a la Constitución Nacional al asumir la titularidad de la ANR, con lo que, según los cuestionamientos realizados por la oposición, concretó la violación del artículo 237 de la Carta Magna.
No obstante, debido a la presión de la prensa y los sectores disidentes, Duarte Frutos solo ejerció el cargo durante tres horas, luego de solicitar un permiso y ceder el mando del partido oficialista al dirigente José A. Alderete.
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