En el año 2013, una denuncia por corrupción en el Congreso indignó a la ciudadanía: el senador Víctor Bogado fue acusado de crear rubros a nombre de Gabriela Quintana -la ‘niñera’ de sus hijas- tanto en Itaipú y como en la Cámara de Diputados (que por entonces él presidía).
A cinco años de iniciado el proceso, la justicia aún no resolvió este polémico caso que sigue dando de qué hablar y cuyo juicio continúa demorado.
A continuación, conozca 10 datos para entender el caso de la “niñera de oro”.
A mediados del año 2013 se descubrió que el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Bogado, solicitó que la «niñera» de sus hijas, Gabriela Quintana Venialgo, sea nombrada como funcionaria en la Binacional Itaipú cuando la misma ya percibía un salario en la Cámara Baja.
Pero pese a que la mujer cobraba dos rubros como funcionaria, no cumplía ninguna función en los entes públicos y se dedicaba a cuidar a las hijas del legislador por una parte del dinero.
Esto se pudo comprobar gracias a que la fiscalía encontró un certificado de trabajo que Bogado le expidió a Quintana para que pueda solicitar un préstamo en una cooperativa. En el documento, el legislador indicaba que la joven era su empleada y hacía tareas de “niñera”.
Los investigadores también dieron con una nota oficial donde Víctor Bogado solicitaba el pedido de comisionamiento para Quintana al entonces director de Itaipú, Franklin Boccia.
Gracias a las maniobras de su ‘jefe’ y sus influencias políticas, Gabriela Quintana consiguió dos jugosos sueldos dentro de la función pública.
La hoy procesada percibía G. 6.098.000 mensuales en la Cámara de Diputados, mientras en la binacional Itaipú cobraba un sueldo de G. 9.000.000.
En su defensa, el senador Víctor Bogado manifestó en el 2013 que recibió un pedido de Quintana -que por entonces ya era funcionaria de la Cámara Baja- para ser comisionada a Itaipú.
Expresó que pese a que la solicitud le pareció algo inusual, decidió pasar la nota a la Secretaría General, lo que creó una confusión y hubo un ‘error burocrático’ que supuestamente alteró el sentido de la nota.
Sin embargo, la versión del legislador fue rápidamente desmentida, ya que los documentos con los que cuenta el Ministerio Público demuestran que hubo un hecho punible en el que están involucrados Bogado, Quintana y también el exjefe de Gabinete, Miguel Pérez.
Por su parte, Gabriela Quintana dio su versión de los hechos en una conferencia de prensa este año. La denunciada aseguró que nunca fue niñera de las hijas de Bogado y solo conoció a la familia del legislador gracias a la amistad con una de sus hijas mayores.
No obstante, asumió que era funcionaria en la Cámara Baja y luego pidió su comisionamiento en la entidad Itaipú. De esta forma, Quintana cobró de forma indebida G. 71.000.000.
Pero la versión de la “niñera de oro” tampoco convenció a la Fiscalía: existen documentos en su contra que demuestran su vínculo laboral con Bogado, además de los datos de Migración que indican todos los viajes al exterior que realizó con la familia del legislador.
En declaraciones brindadas la semana pasada dijo que no sabía que la Itaipú le había desembolsado dinero y que se enteró por la prensa.
Durante el proceso de esta causa que ya lleva cinco años dilatándose, Víctor Bogado expuso un sinfín de chicanas para evitar que se lleve adelante un juicio oral.
En una de sus estrategias finales, presentó sus bienes a modo de demostrar que es un ciudadano «promedio». Pero lo que el senador no informó, es que también tenía un “mecánico de oro”, Miguel Angel Carballo, quien sería su testaferro y está acusado por enriquecimiento ilícito.
Cuando el caso de la “niñera de oro” se dio a conocer en la prensa, comenzaron a circular varias imágenes donde se veía a Gabriela Quintana en el cumpleaños de una de las hijas de Víctor Bogado, y otras similares donde acompañaba a las menores en sus salidas y paseos.
Al respecto, el senador dijo en una audiencia preliminar que fueron los medios los que “armaron un show” con esas imágenes y aconsejó que “hay que cuidarse de las fotos”.
Sorpresivamente y a pocos días del inicio del juicio oral, Gabriela Quintana presentó a un nuevo abogado: se trata de Andrés Casati, un prestigioso letrado que trabaja en conjunto con Óscar Germán Latorre, el defensor de Víctor Bogado.
Un detalle no menos importante es que Caseti asegura que defiende a Quintana “ad honorem”, pese a ser uno de los abogados más costosos del mercado.
Ya en compañía de Casati, Gabriela Quintana declaró ante la prensa que ella no cometió ningún hecho punible y tampoco tiene relación con el senador Víctor Bogado. Además, dijo que el mote de “niñera de oro” la dejó muy mal vista ante los ojos de la ciudadanía.
Luego de analizar durante dos años una acción por la cual Gabriela Quintana buscaba anular el juicio, los ministros de la Corte Antonio Fretes, César Garay Zuccolillo y Gladys Bareiro de Módica, decidieron rechazar el pedido de la acusada.
La defensa de la «niñera de oro» argumentó que la hidroeléctrica Itaipú no contempla a sus empleados como ‘funcionarios públicos’ ya que tiene condición de binacional. Por esta razón supuestamente no se constituía el delito por cobro indebido de honorarios y estafa.
No obstante, en el fallo la ministro Bareiro de Módica indicó que Quintana no demostró «suficiente competencia» para plantear esta acción de inconstitucionalidad. La medida tomada por los magistrados elimina uno de los obstáculos principales para el inicio del juicio oral.
El tribunal de sentencia -conformado por los jueces Elio Ovelar, Juan Carlos Zárate y Víctor Medina- llamó a un cuarto intermedio hasta el 23 de abril, cuando se dará a conocer lo que el Ministerio Público tiene para decir acerca de los incidentes presentados por la defensa.
Los magistrados alegaron que tienen “recargo de trabajo” y por esa razón solo escucharon a las tres defensas de los acusados: el senador Bogado, Gabriela Quintana y el exjefe de Gabinete de la Cámara de Diputados, Miguel Pérez.
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