Ilustración. Foto: correofarmaceutico.com.
Desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, los especialistas alertan a la ciudadanía sobre los riesgos que enfrentan los menores por el alto consumo de alimentos no saludables.
A continuación, conozca 10 datos sobre este problema que mantiene en zozobra a padres y médicos.
Los niños y jóvenes de la actualidad tienen al alcance de la mano una amplia variedad de snacks, golosinas y bebidas azucaradas que consumen con mucha frecuencia.
Sin embargo, el alto consumo de carbohidratos y bebidas gaseosas, sumado a la poca ingestión de frutas y verduras y la falta de actividad física, aumentan los riesgos de padecer enfermedades crónicas a edades cada vez más tempranas.
Durante las horas que pasan en la colegio o en cualquier actividad diaria, los jóvenes y niños paraguayos consumen alimentos con alto contenido de carbohidratos, como empanadas, sándwiches y golosinas, entre otros.
No obstante, desde el MSPBS afirman que la preferencia por este tipo de alimentos puede predisponer al desarrollo de la obesidad, hipertensión, diabetes y otras enfermedades crónicas.
La Lic. Catherine Turnes, responsable de la Unidad de Prevención de la Obesidad del Ministerio de Salud Pública, explicó que los carbohidratos -también conocidos como hidratos de carbono– conforman uno de los principales macronutrientes dentro de la alimentación, junto a las proteínas y las grasas.
Los carbohidratos constituyen la principal fuente energía para el organismo, es por eso que deben ser consumidos en mayor proporción que el resto de los macronutrientes (entre el 55 al 60 % de las calorías totales diarias).
Turnes explicó que algunos alimentos como los jugos envasados, los helados, las tortas, galletitas y otros snacks, contienen “calorías vacías”. Esto quiere decir que al consumirlos aportan muchas calorías, pero casi ningún nutriente al organismo.
“Este tipo de alimentos está compuesto por grasas y azúcares refinados, por lo que su consumo debe evitarse”, aseguró la profesional.
En cuanto a las proteínas, la especialista indicó que lo aconsejable en la ingesta de este macronutriente es del 10 a 15% del valor calórico total. Se puede encontrar en alimentos como pescados, huevos, leche y sus derivados (quesos, yogurt, etc.).
Por otro lado, el consumo de grasas no deben superar el 30% de las calorías totales consumidas en el día. Se puede encontrar en alimentos como el aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva, entre otros.
La Lic. Catherine Turnes mencionó que existen dos tipos de carbohidratos: los simples y los complejos.
Los complejos se encuentran en el trigo y sus derivados, como panes y cereales. Estos se absorben de manera más lenta, proporcionan mayor saciedad y no elevan muy rápido la glucosa en la sangre.
Por otro lado, los carbohidratos simples se encuentran en dulces, golosinas, bebidas azucaradas, panes refinados y cereales azucarados. Estos son de rápida absorción, dan menor saciedad y produce «picos» de azúcar en sangre.
La especialista aconseja no abusar de estos últimos y consumir preferentemente los hidratos de carbono que están presentes en forma natural en muchos alimentos (pan, cereales, pastas, arroz, tubérculos y harinas).
Actualmente, los niños y jóvenes de Paraguay consumen en abundancia alimentos con un alto contenido en azúcar agregada, como dulces y gaseosas, los cuales aportan muy pocos nutrientes al organismo.
Al respecto, la nutricionista señaló que el consumo excesivo de carbohidratos simples hace que se acumule en el tejido adiposo en forma de grasa, predisponiendo a desarrollar enfermedades como obesidad, diabetes e hipertensión.
La Organización Mundial de la Salud también alerta sobre el consumo de azúcares simples, y recomienda que la cantidad no exceda el 10% de las calorías totales diarias.
Sin embargo, la Encuesta Global que se realizó recientemente en Paraguay, sostiene que el 60% de los estudiantes bebe más de un vaso de gaseosa al día y concurren frecuentemente a restaurantes de comida rápida.
Aunque se alerta sobre su consumo excesivo, la Lic. Turnes afirma que de ninguna manera se debe excluir a los carbohidratos de la alimentación, ya que cumplen funciones importantes en el organismo y “son la base de la olla nutricional”.
La especialista indicó que se deben elegir los alimentos correctos y consumirlos en la proporción adecuada. Cabe señalar que las principales fuentes de carbohidratos son los cereales, los tubérculos y sus derivados (panificados, arroz, fideos, pastas, maíz, harinas, entre otros).
Catherine Turnes asegura que para mantener la buena salud de los niños y jóvenes, su alimentación debe ser variada y equilibrada. Se deben incluir los diversos grupos de alimentos: cereales, tubérculos y derivados, frutas, verduras, lácteos, carnes magras y aceites.
Además, es fundamental reducir el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados como dulces y snacks, mientras que sí se debe aumentar la ingesta de alimentos naturales como frutas, verduras y lácteos no azucarados, destacó la profesional.
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