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Durante los primeros cinco meses del 2019, en Paraguay se denunciaron 22 casos de feminicidio correspondientes a niñas y mujeres de hasta 30 años. Más de la mitad de las víctimas ha dejado hijos huérfanos.
Las causas que pueden llevar al asesinato de una mujer son múltiples. La Dra. en Psicología Clínica, Julia Canadey de Ashihara, explica algunas de las razones que pueden desatar este lamentable crimen.
Según el Artículo 50 de la Ley Nº 5.777/16 “De protección integral a las mujeres contra toda forma de violencia”, el feminicidio es un hecho punible de acción penal y ocurre cuando una persona mata a una mujer por su condición de genero.
Este crimen se produce bajo cualquiera de las circunstancias específicamente previstas en la Ley:
a) Cuando el autor mantenga o hubiere mantenido con la víctima una relación conyugal, de convivencia, pareja, noviazgo o afectividad en cualquier tiempo;
b) Cuando existe un vínculo de parentesco entre la víctima y el autor, dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad;
c) Cuando la muerte ocurre como resultado de haberse cometido con anterioridad un ciclo de violencia física, sexual, psicológica o patrimonial contra la víctima, independientemente de que los hechos hayan sido denunciados o no;
d) Cuando la víctima se hubiere encontrado en una situación de subordinación o dependencia respecto del autor, o este se hubiere aprovechado de la situación de vulnerabilidad física o psíquica de la víctima para cometer el hecho;
e) Cuando con anterioridad el autor haya cometido contra la víctima hechos punibles contra la autonomía sexual.
La Dra. Canadey explicó que las causas para cometer un feminicidio pueden ser múltiples; no obstante, destaca que existe una educación “con roles asumidos” (crianza de los hijos, cuidado el hogar, economía familiar, etc.), que no es igual para hombres y mujeres, lo que potencia este tipo de asesinato.
Asimismo, otros factores como la dependencia emocional, la baja tolerancia a la frustración y el mal manejo de los trastornos psico-emocionales, pueden desencadenar una serie de hechos violentos que atenten contra la vida de una mujer.
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Según la Ley 5777/16, en Paraguay se reconocen 14 tipos de violencia contra las mujeres, entre los que se encuentran:
a) La Violencia feminicida: cuando se causa o intenta causar la muerte de la mujer solo por su condición de tal.
b) La Violencia física: es cuando se agrede a una mujer produciendo dolor o daño en su salud, además de cualquier otra forma de maltrato que afecte su integridad física.
c) La Violencia psicológica: es el acto de desvalorización, humillación, intimidación, coacción, presión, hostigamiento, persecución, amenazas, control y vigilancia del comportamiento y aislamiento impuesto a la mujer.
d) La Violencia sexual: es cuando se vulnera el derecho de la mujer de decidir libremente acerca de su vida sexual, a través de cualquier forma de amenaza, coacción o intimidación.
e) La Violencia laboral: es la acción de maltrato, humillación o discriminación hacia la mujer en el ámbito del trabajo, ejercida por superiores o compañeros de igual o inferior jerarquía.
f) La Violencia intrafamiliar: es la agresión física o psicológica ejercida en el ámbito familiar contra la mujer por su condición de tal, por parte de miembros de su grupo familiar, ya sean familiares, la pareja sentimental o expareja.
g) La Violencia obstétrica: es cuando el personal de salud violenta con insultos o tratos vejatorios a las mujeres y no respetan los procesos fisiológicos o patológicos presentes durante su embarazo. Es al mismo tiempo un trato deshumanizado que viola los derechos humanos de las mujeres.
La Dra. Julia Canadey explicó que hay ciertos rasgos que son comunes a las personas violentas. Estas actitudes, si son recurrentes, pueden desencadenar hechos lamentables como el feminicidio.
La profesional explicó que un potencial feminicida, por lo general, buscará que su víctima sea una persona vulnerable. “La percepción de vulnerabilidad de la víctima es un tipo de violencia de genero que se practica mucho mas en Latinoamérica (como el maltrato, el intento de asesinato, las violaciones, los raptos, el abandono y la explotación sexual comercial)”, señaló Canadey.
De igual forma, Canadey señaló que el uso de la fuerza física es una de las ‘armas’ principales para atentar contra la vida de una mujer, aunque no la única.
Otra forma de violentar progresivamente a una víctima es a través del aislamiento social, separándola de su familia, amigos y cualquier persona de su círculo cercano que intente protegerla de los maltratos.
“Generalmente la celotipia tiene mucho que ver con este tema (del feminicidio)”, argumentó la doctora Canadey.
Los celos excesivos no sólo pueden destruir la pareja, sino que además deterioran la vida emocional de quien los padece, llevándole a situaciones de extrema violencia que pueden poner en peligro a otras personas.
Según explicó la Dra. Julia Canadey, existe algo llamado “ciclo de violencia” que ocurre a menudo cuando una la mujer es violentada por su pareja.
El conflicto comienza con una aparente calma; sin embargo, con el correr de los días el agresor comienza a mostrarse tenso. Finalmente, ocurre una ‘explosión violenta’ y agrede a su víctima. Luego vendrá el arrepentimiento, el sentimiento de culpa por parte del agresor, las promesas de cambio y, finalmente, la reconciliación.
Sin embargo, este tipo de vínculo tóxico no es sano para ninguna mujer, pues el agresor pronto volverá a activar el círculo de violencia, poniendo en riesgo su vida y la de su familia.
La profesional señaló que nuestra sociedad legitima la enseñanza de que “el que ama controla”. Es debido a este pensamiento que muchas personas asesinan en nombre del amor, pues asumen que su pareja les pertenece y que no tienen derecho a vincularse con otros afectivamente. “Se objetiviza a esa mujer, se la cosifica y esto no debe ser así”, comentó la psicóloga.
Otro de los males que lleva al feminicidio es la cultura de violencia muy presente en Paraguay, señaló la experta. La sociedad avala comportamientos violentos que se suman a otros fenómenos como la depresión, el estrés postraumático, y la pobre expectativa de la vida de pareja.
Solo durante los primeros meses del 2019, en Paraguay se denunciaron 22 casos de feminicidios. El 21,3% de las víctimas son menores de 20 años, mientras que un 37,8% corresponden a mujeres de entre 21 y 30 años. Más de la mitad han sido madres que dejan hijos huérfanos.
Según los últimos datos del Ministerio de la Mujer, son 18 casos de feminicidio en este año.
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