Via tiempodeleste.com
Durante 14 días de terror, la víctima sufrió todo tipo de vejaciones a manos de su pareja, quien le propinaba brutales golpizas por cada “Me Gusta” que ella recibía en en su perfil de Facebook.
En este caso sin precedentes para la Justicia, se revelaron escalofriantes detalles que sacudieron a la opinión pública y evidenciaron en alto nivel de violencia de género que existe en el país.
A continuación, lea 10 datos para entender todo lo que sucedió en este brutal episodio.
El 27 de octubre del 2017, Adolfina Camelli Ortigoza (21), se ausentó repentinamente de su trabajo y perdió todo contacto con su entorno familiar.
Preocupados, sus allegados trataron de dar con ella hasta que, tras 14 días de encierro y luego de sufrir todo tipo de torturas a manos de su pareja, Pedro Heriberto Galeano, de 29 años, fue rescatada el 9 de noviembre de su propia casa en la ciudad de Ñemby. Según la denuncia, el hombre la golpeaba sin piedad por cada “Me Gusta” que la chica recibía en su perfil de Facebook.
La víctima había sufrido en silencio las golpizas brutales que le desfiguraron el rostro y la dejaron con serias secuelas psicológicas.
La fiscal a cargo del caso, Claudia Aguilera, contó la terrible experiencia que la víctima sufrió a manos de su agresor. La joven mantenía una relación sentimental con el acusado desde hacía tres años.
“Pedro Galeano tomó un pedazo de alambre con el cual le aplicaba latigazos en la espalda y piernas. Asimismo, la tomaba del pelo y continuaba propinándole golpes de puño a la altura del rostro y golpes con el palo de escoba a la altura de la cabeza”, relató Aguilera. Para comprobarlo, la fiscalía presentó como evidencia un mazo y un pedazo de tabla de picar carne con sangre de la víctima.
De igual forma, el agresor amenazaba con matar a su pareja cada vez que esta intentaba pedirle auxilio. “La víctima continuaba en mal estado de salud y sin posibilidad de recibir asistencia por los múltiples golpes que había recibido; pese a que pedía a su pareja que la deje ir a la casa de su mamá y que la misma no pensaba presentar denuncia alguna en su contra, el hoy acusado se negaba a su petición asegurándole que solo saldría de la habitación en un ataúd”, expresó la fiscal.
Reportes del Hospital de Ñemby, del Hospital de Trauma y del Sanatorio Británico, detallan las múltiples lesiones y traumatismos sufridos por la joven a manos de Galeano. La misma tuvo que ser sometida a varias cirugías, pues quedó con el rostro desfigurado luego de las constantes agresiones.
Asimismo, la fiscalía acompañó la evaluación psicológica de Camelli, constatando los serios traumas emocionales que hoy pesan sobre ella. “Se ha detectado un quiebre importante en el eje emocional de la víctima, entre los que podemos mencionar: realizar esfuerzo para ahuyentar pensamientos, disminución del interés ante las cosas o actividades, sentimiento limitado en su capacidad afectiva, tristeza, incapaz de disfrutar la vida, insomnio, culpabilidad, se siente despreciable, pensamientos recurrente de muerte y otros que guardan estrecha relación con la experiencia traumática”, refiere el informe.
“La percepción de la amenaza a la vida y a la seguridad personal provoca una sensación de temor continuo como bien se ven en los resultados de la evaluación, los cuales son: dificultades de concentración, irritabilidad y un estado de hipervigilancia. Asimismo, la víctima experimenta trastornos de sueño, pesadillas y pensamientos recurrentes en relación con el maltrato y el maltratador”, agrega la evaluación psicológica.
El acusado, Pedro Heriberto Galeano, ya contaba con varios antecedentes por violencia doméstica, uno de ellos registrado en un juzgado de paz.
Según relatos de la prensa, el agresor violentaba sistemáticamente a su pareja. El padre de la víctima y otro familiar habían resultado heridos luego de defenderla en una pelea anterior.
Arnaldo Martínez, abogado de Adolfina Camelli, comentó que Galeano era un experto en artes marciales y habría usado sus habilidades para golpear a la muchacha.
“Manejamos la información de que él practicaba unas artes marciales llamadas Sipalki y que era cinturón negro de esta disciplina. Ahora estamos indagando datos sobre él en la Federación Paraguaya de Artes Marciales y, si constatamos sus datos, vamos a llegar a la conclusión de que todas las agresiones que realizó contra su pareja las hizo en pleno uso de sus facultades mentales. Prácticamente la utilizó como un sparring o una bolsa de entrenamiento”, explicó el letrado.
Heriberto Galeano, padre del acusado, presentó la denuncia policial contra su propio hijo al constatar el brutal estado en el que se encontraba su nuera.
“El padre, de nombre Heriberto Galeano, también denunció a su hijo. Él le llevaba todos los días la comida a la pareja hasta la casa. Al llegar, decía que quería ver a su nuera, pero su hijo le respondía que ‘estaba indispuesta’”, comentó a la prensa el abogado Arnaldo Martínez.
“En uno de esos días, su cuñada le comentó que Adolfina ya le había dejado a Pedro, por lo cual Heriberto inmediatamente fue hasta la casa para constatar, irrumpió en la vivienda y la encontró en el estado que todos sabemos. De allí fue a la comisaría a denunciar a su hijo”, agregó.
Tras rescatar a la víctima, Pedro Galeano quedó inmediatamente detenido y fue puesto a disposición de la fiscalía. Posteriormente, lo imputaron por Tentativa de Feminicidio, Privación de libertad y Coacción grave. Actualmente se encuentra recluido en el Penal de Emboscada.
Según confirmó Arnaldo Martínez, antes de presentar la querella su clienta había firmado un acuerdo con la madre del agresor. Camelli aceptó G. 25 millones para no accionar penal ni civilmente contra Pedro Heriberto Galeano.
“Yo me enteré por la asistente fiscal, me cayó como un balde de agua fría. Demasiado apenado me sentí. Ella no me avisó nada, yo me enteré en la fiscalía, le llamé y me confirmó”, comentó.
Pese al acuerdo que la joven pactó con su suegra, Claudia Aguilera señaló que el mismo no afecta la intervención del Ministerio Público, ya que las pruebas existentes eran suficientes para sostener la acusación en un juicio oral y público.
La agente fiscal consideró que la actuación de la joven fue motivada por el miedo y encuadra dentro de características del “ciclo de violencia”, en el que la víctima manifestó que ya perdonó a su agresor y pidió que no sea procesado.
“Es tan importante el empoderamiento emocional y la contención que le brindan los amigos y familiares a la víctima para que pueda superar los traumas con los que quedó, de manera a salir de ese ciclo de violencia que puede llevar años sometiendo a la víctima”, manifestó la fiscal.
A dos años del hecho y tras un juicio oral y público, el Tribunal de Sentencia condenó a Pedro Galeano a 20 años de cárcel por Tentativa de Feminicidio y Privación de Libertad, pese a retractación de la víctima.
La fiscal Claudia Aguilera logró demostrar la responsabilidad del acusado como autor del hecho punible. De esta forma, la condena a Galeano marca un precedente para que los nuevos actos de violencia contra la mujer sean juzgados correctamente y con perspectiva de género.
Según datos del Observatorio de la Mujer del Ministerio de la Mujer, desde el año 2016 las cifras de feminicidio en Paraguay van en aumento, y la mayoría de las víctimas no supera los 30 años de edad.
Durante el 2018, 59 víctimas mujeres fueron asesinadas, cuatro más que el en el 2017 y 15 más que en 2016. Según estos datos, el 80,3% de los agresores tenían algún tipo de relación con la víctima, ya sea de amistad, familiar, como parejas o ex parejas.
Dichos asesinatos se produjeron en un 31,5% dentro de la vivienda de la víctima y en un 25,9% en la residencia que compartía con su agresor.
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