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Sitiada por peligrosos narcotraficantes que se disputan el territorio desde hace varios años, la capital de Amambay fue testigo una vez más de una masacre perpetrada por sicarios, quienes acabaron con la vida de varios jóvenes e hirieron a un niño pequeño.
Durante la madrugada del pasado miércoles, seis personas fueron asesinadas frente a una vivienda en la fracción Amistad II del barrio Jardín Aurora, en Pedro Juan Caballero.
Según confirmó el jefe del Departamento de Hechos Punibles de Amambay, comisario principal Rafael González, el ataque ocurrió alrededor de las 00:30 horas. Las víctimas se encontraban tomando cerveza en la vereda de la casa, cuando llegaron hasta el lugar tres sujetos a bordo de una camioneta Jeep de color blanco, y comenzaron a disparar a quemarropa.
Las víctimas fatales eran personas jóvenes; entre ellas había una menor de edad.
Las mismas fueron identificadas como Diego Gustavo Bullón Cabrera, quien recibió 11 impactos de bala; Alcides Alexis Ayala, con 10 impactos; Pedro Valdez Sánchez, quien acusó 14 balazos; y la menor de 16 años, LNCB, quien recibió 4 proyectiles.
También fallecieron en el acto Sergio Diosnel Cabrera, quien recibió 10 impactos de bala; y Luciano Medina Melgarejo, quien acusó 10 balazos.
Un pequeño de un año, que se encontraba durmiendo en el domicilio, fue alcanzado por las balas que traspasaron la pared de la vivienda. Las autoridades confirmaron que el menor fue asistido por personal médico y afortunadamente se encuentra fuera de peligro.
Según reportaron fuentes policiales, el brutal crimen no pudo ser contado por nadie, ya que la zona es bastante oscura y en ese horario ya no había gente transitando por el lugar. No obstante, algunas cámaras de seguridad instaladas en los alrededores podrían ayudar a esclarecer el caso.
Los sicarios que perpetraron el crimen iban armados con diferentes armas. Uno de ellos contaba con un fusil AK-47, mientras que otro utilizó un fusil M16. El tercero usó una pistola calibre 9mm para atentar contra la vida de los jóvenes.
Solo dos de los fallecidos eran el objetivo en este brutal crimen y el resto de las víctimas serían “daños colaterales”: se trata de Diego Bullón y Alcides Ayala.
Los mismos tenían antecedentes penales; el primero contaba con orden de captura por robo agravado, mientras que el segundo tenía antecedentes por homicidio doloso y lesiones graves, según comentó el comisario principal González.
Por el momento, las autoridades manejan como principal hipótesis del ataque una “venganza narco” por parte de otro criminal de la zona.
Según las investigaciones, Bullón y Ayala integraron el grupo tipo comando que el 16 de mayo pasado persiguió a balazos a un supuesto narcotraficante de Pedro Juan Caballero, llamado Nelson Quintana Caballero (39). El mismo fue detenido en el 2015 por posesión de arma de fuego, y en su poder se encontraron elementos que supuestamente eran utilizados para el procesamiento de marihuana.
Quintana fue herido en una pierna y buscó auxilio en puesto policial de la colonia Cerro Cora’i, a donde llegó casi atropellando con su vehículo. Fue entonces cuando los agresores escaparon.
Este supuesto líder narco seria un aliado de Ederson Salinas Benítez (29) y Danilo Giménez López (32), dos jefes de sicarios que operaban para Sergio de Arruda Quintiliano Neto, alias Minotauro, un narcotraficante brasileño que inició la campaña de exterminio del clan de Jarvis Chimenes Pavão.
Desde que Minotauro cayó preso en Brasil, los sicarios quedaron sin patrón y desde entonces intentan acaparar el trafico de drogas y armas. El reciente ataque sería en venganza por el intento de asesinato que Bullón y Ayala perpetraron contra Nelson Quintana.
Desde las primeras horas del jueves, comenzaron varios allanamientos para dar con los responsables del séxtuple crimen. Agentes de Investigación de Delitos llegaron hasta dos establecimientos rurales en las afueras de PJC. En una de las propiedades se encontraron ropas camufladas, estuches de armas de fuego y varios colchones. No obstante, no hubo detenidos en este procedimiento.
La vivienda pertenece a Anderson Ríos, quien posee antecedentes por violencia familiar. Ríos se hizo conocido cuando en enero de 2017 fue acusado junto a su pareja, Lorena Delvalle, de haber forzado a beber soda caústica a una niña que trabajaba como «criadita» en su casa. El hombre también habría abusado de la menor.
En el marco de las investigaciones por el séxtuple crimen, fueron detenidos tres hombres que iban a bordo de una camioneta blindada y portaban armas de fuego.
Ariel Vargas, Gregorio Vargas y Osmar Cardozo fueron detenidos por la policía en el microcentro de Pedro Juan Caballero; durante el operativo se incautaron pistolas con cargadores especiales para unos 30 proyectiles.
Pero en tiempo récord y de forma muy llamativa, los tres sospechosos fueron liberados por el Ministerio Público de Pedro Juan Caballero.
La actual lucha entre narcotraficantes comenzó hace aproximadamente tres años. En aquel entonces, un grupo comandado por Jarvis Chimenes Pavão atentó contra la discoteca After Officce de Pedro Juan Caballero, donde perdieron la vida cuatro personas.
En esa ocasión, los sicarios tenían la información de que estaría allí Elton Leonel Rumich da Silva, alias Galán, líder del Primer Comando Capital (PCC) en la frontera con Brasil.
Desde entonces, se originó la guerra entre estas organizaciones criminales, las cuales buscan controlar el negocio de drogas y armas en el departamento de Amambay.
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