Cristian Kriskovich, actual miembro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), fue denunciado por acosar a una alumna de la Universidad Católica, alta casa de estudios donde el abogado también se desempeñaba como profesor.
Sin embargo, el caso está dando un vuelco inesperado ya que la propia denunciante está siendo procesada y hasta podría ir a prisión.
María Belén Whittingslow, una exestudiante de la carrera de Derecho de la Universidad Católica de Asunción (UCA), denunció por acoso sexual al exdocente Cristian Kriskovich, quien actualmente se desempeña como miembro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).
Según la denunciante, su profesor la acosaba constantemente con mensajes de tinte sexual vía Whatsapp, los cuales datan ya del año 2014.
Paralelamente al caso de Whittingslow, en el año 2014 se desató una polémica en dicha universidad por la supuesta “compra de notas” en las que estaban involucrados alumnos, funcionarios y docentes de la Universidad Católica.
Según la denunciante, los mensajes de parte Kriskovich se tornaron cada vez más insistentes cuando él le contó que su nombre también figuraba en la lista de alumnos acusados de haber pagado para obtener buenas calificaciones. Sin embargo, la joven asegura que fue el mismo docente quien colocó y modificó sus notas en el sistema.
“Cuando vi mi certificado de estudios en el sistema informático de la universidad, dije que yo no me iba a ir a la premiación donde iba a estar toda mi familia cuando sé que las notas que aparecen ahí no son las mías”, señaló la estudiante, quien denunció el hecho y pidió rendir las asignaturas que le faltaban, lo que acentuó aún más sus problemas.
Martín Barba, abogado defensor de María Belén Whittingslow, afirmó que el juez Kriskovich aprovecha sus fueros y la fuerte influencia como miembro del JEM, para no someterse a pericias ni responder ante la Justicia como corresponde.
“Él ya había admitido que envió más de 1.600 mensajes a mi cliente en alusión a ‘cortejo y galanteo’, pero se niega tenazmente a que su celular sea peritado”, indicó a Radio La Unión el abogado de la denunciante.
Alfredo Montanaro, defensor de Cristian Kriskovich, informó que su cliente también demanda la estudiante “por daño y perjuicio”, pidiendo como resarcimiento la millonaria suma de USD 450.000.
Montanaro sostuvo que la mujer y su defensa son los que no permiten avanzar en la solución del caso. «Nosotros queremos litigar, en tribunales se miden los pingos, no a través de la prensa. Kriskovich no tiene nada que ver con el proceso penal de esta chica, hace 5 años ellos litigan y demuestran desconocimiento de su abogados», sentenció el profesional del Derecho.
Por su parte, el abogado Martín Barba lamentó que a su defendida le reclamen USD 450.000 por «dañar la imagen» del titular del JEM. “Cristian Kriskovich es juez y parte en el litigio que él impulsó en represalia a mi cliente que lo denunció por acoso sexual”, refirió el abogado a Radio Ñandutí.
De igual forma, aseguró que ningún juez se va a “animar a enfrentarse o acontrariarse” contra el presidente del JEM en este polémico caso. “Él es quien manda a enjuiciar y a suspender a los jueces”, criticó.
Barba señaló que el actual ministro de la Corte Suprema de Justicia, Alberto Martínez Simón y el ternado para formar parte del organismo, Linneo Ynsfrán, fueron los que no permitieron el peritaje del celular de su defendida.
Por otro lado, agregó que la juez interina en el caso, Lici Sánchez, manipuló el caso para dejar sin abogado a Whittingslow, ya que según mencionó «les sacaron del sistema informático».
Asimismo, Martín Barba pidió apoyo del Ministerio de la Mujer, pues afirma que la estudiante «no litiga en igualdad de condiciones», tal y como lo establece la Constitución Nacional.
Sorpresivamente, en los últimos días se ordenó una orden de captura contra María Belén Whittingslow, supuestamente por no presentarse a una audiencia por el caso de la “compra de notas” en la Universidad Católica.
En comunicación con ABC FM, el abogado de la estudiante dijo que su clienta se encuentra “en la clandestinidad” por la orden de captura que pesa en su contra. Barba aseguró que la jueza del caso, Lici Sánchez, no envió las notificaciones sobre la audiencia y existe forma de comprobarlo, ya que tanto su domicilio como el de su cliente cuentan con cámaras de seguridad.
De igual forma, el abogado denunció que le retiraron la personería jurídica a todos los abogados que intervienen en la causa. “No tenemos derecho a entrar en el sistema, no sabemos jurídicamente por qué tiene orden de captura”, expresó.
Carlos Montalbetti, abogado de la UCA, justificó la orden de captura contra María Belén Whittingslow en el caso de la supuesta “compra de notas”. “Esta causa data de 2014, tiene cinco años y con las recusaciones, apelaciones, incidentes, reposiciones, lograron impedir la realización de la audiencia preliminar y estuvo casi dos años entre la Corte y el Tribunal de Apelaciones”, explicó el profesional.
Por otra parte, negó que esta medida tenga que ver con la denuncia que la joven realizó contra Kriskovich por acoso. “La denuncia por acoso fue desestimada hace tres años, ahí no hay más ninguna discusión, se acabó ya eso”, refirió.
Martín Barba afirmó que no recibió ninguna notificación de la audiencia por el caso de la supuesta compra de notas contra su clienta, y aseguró que esto se da en represalias a la denuncia hecha por la joven contra el Juez Cristian Kriskovich.
“Es mentira (que se le haya notificado de la audiencia); ayer fue intervenido el juzgado y se labró acta de que nunca se llamó a ninguna audiencia. Para haber decretado la rebeldía debió haber llamado a una audiencia. Esa jueza va a tener que pagar las consecuencias de lo que hizo. Jamás notificó ninguna audiencia”, comentó el letrado a Radio Ñandutí.
A raíz de este polémico caso, en redes sociales comenzó a circular un comunicado de un grupo de exalumnas del Colegio Cristo Rey, donde repudian a Cristian Kriskovich por su presunto “tráfico de influencias” y exigen su renuncia al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
“Cristian Kriscovich, como exalumno del Colegio Cristo Rey, nos avergüenza tu conducta criminal e inescrupulosa, para con una joven que ingresó a la facultad de derecho de la UCA a cumplir sus sueños, y se encontró con un hombre falto de moral que no paró de acosarla y al encontrar por respuesta un NO, se ensañó sobremanera tratando que esta chica desistiera de la denuncia, una vez que la hizo pública”, sostiene parte del escrito firmado por exalumnas de la Promoción 1988 del colegio capitalino.
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