Via lanacion.com.py
Desde que se desató la crisis política por el acuerdo bilateral firmado en Itaipú el pasado mes de mayo, el presidente Mario Abdo Benítez se pronunció ante sus correligionarios y la ciudadanía en varias ocasiones.
Sin embargo, la falta de argumentos sobre la firma del polémico tratado y sus constantes pedidos de disculpas, dejaron en la opinión pública un ‘aire de desconfianza’ que podría acelerar un eventual juicio político.
El jefe de Estado afirmó que el Paraguay ya no puede ser un “país pillo” que saca “ventajas” en los tratados de Itaipú, en un discurso que pronunció ante empresas contratistas el pasado 25 de julio en en Palacio de López.
“Yo no me quiero sentar a una mesa de negociación con vergüenza porque yo mismo actúo como un peajero y trato de sacar pequeñas ventajas, en vez de construir credibilidad, integridad y autoridad para el gran proceso de renegociación que vamos a tener en el 2023”, sentenció.
Estas frase no tardó en generar polémica, por lo que el mandatario posteriormente pidió disculpas a la ciudadanía ante varios medios de prensa.
Siguiendo con la postura de que el pueblo paraguayo ‘se aviva’ ante la gran potencia de Brasil, Mario Abdo Benítez insistió con que el Paraguay “no necesita migajas” para llegar al tratado del 2023.
«Lo que se hizo como Gobierno, con miras al 2023, en el que va a ser la negociación de Itaipú, es decirle al Brasil: acá hay un Paraguay serio que no necesita migajas de nadie, que nosotros somos serios y cumplimos nuestro compromiso y vamos a hacer respetar nuestro derecho», expresó durante el discurso del 25 de julio.
El pasado 1 de agosto, Mario Abdo Benítez se pronunció oficialmente ante la crisis desatada por el acuerdo de Itaipú, e hizo oficial la anulación del polémico tratado firmado a puertas cerradas.
“En este proceso he ordenado (…) ante la vulnerabilidad que podía tener el Paraguay en la redacción de un acta que hacemos por primera vez en nuestra historia, que se lleve adelante el proceso para la anulación del acta, entendiendo que generó un gran debate interno”, manifestó el presidente.
Siguiendo con la premisa del “caiga quien caiga” que sostuvo desde el inició de su gestión, Mario Abdo Benítez aseguró que los culpables del mal negociado en Itaipú pagarán con todo el rigor de la Ley.
«Dije que no voy a tolerar corrupción, que por más que me duela, por la cercanía de compañeros y amigos de lucha, no nos da derecho a tener inconductas en el manejo de las cosas públicas. No solo actos de corrupción sino también errores. Por eso he ordenado que aquellos que participaron de un proceso, tal vez sin mala voluntad, sean destituidos de su cargo», aseveró.
Tras el polémico acuerdo, pusieron su cargo a disposición el excanciller Luis Castiglioni; el extitular de la ANDE, Alcides Jiménez; el exembajador paraguayo en Brasil, Hugo Saguier Caballero, y el exdirector paraguayo de Itaipú, José Alderete.
Seguidamente al discurso en el Palacio de Gobierno, el presidente se dirigió a un grupo importante de adherentes que lo esperaban en las inmediaciones. Entre ellos había numerosos funcionarios públicos en horario laboral.
«Pido disculpas, si me he equivocado», expresó el mandatario ante los cientos de seguidores que coparon la explanada del Palacio de Gobierno con bombos, cánticos y banderas del Partido Colorado.
En conversación con Monumental 1080 AM, Mario Abdo Benítez dejó entrever que, tras el acuerdo de Itaipú, la confianza que depositaba en el vicepresidente Hugo Velázquez ya no es la misma. “Presidente, ¿usted confía en el vicepresidente?”, le cuestionó un comunicador, a lo que el mandatario respondió luego de un largo silencio: “Y… sí, confío”.
Cabe recordar que el segundo del Poder Ejecutivo fue vinculado al escándalo de Itaipú luego de la filtración de unos mensajes entre José Rodríguez, quien se identificó como su asesor jurídico, y el ex titular de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Pedro Ferreira.
El pasado 13 de agosto, el presidente de la República llegó hasta la Plaza de la Democracia, en donde una multitud de colorados se congregó para apoyar su Gobierno.
Visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, Mario Abdo Benítez agradeció a sus correligionarios y manifestó: «Fueron los 10 días más difíciles de mi vida. No creo merecer lo que estamos pasando, pero así es la vida”.
Durante el mismo discurso del 13 de agosto, Mario Abdo Benítez quiso dejar muy claro ante los medios que el apoyo de sus adherentes es cien por ciento real, y que ninguno de ellos fue obligado a asistir al acto proselitista.
“Acá nadie viene arreado (…) el pueblo paraguayo es libre y ejerce la libertad de defender lo que cree. Defiende con coraje sus sueños y sus conquistas, y eso están haciendo ustedes hoy”, manifestó el mandatario ante los colorados que lo escuchaban atentamente.
Ante el apoyo de los correligionarios que asistieron en masa al acto realizado en la Plaza de la Democracia, Mario Abdo Benítez finalmente reconoció los errores de su mandato públicamente.
Vestido con camisa blanca y una bandera de Paraguay en la mano, el mandatario pidió perdón en nombre de su Gobierno, aunque adelantó que, como todo ser humano, “podemos seguir equivocándonos”.
“Pedimos perdón a nuestro pueblo por los errores cometidos. Pero nunca lo he hecho de mala fe, nunca lo he hecho defendiendo intereses personales por sobre los intereses de la República del Paraguay. Aquí está parado un patriota como ustedes”, manifestó el presidente con lágrimas en los ojos.
El jefe de Estado dijo que no tiene nada que temer y está con la conciencia tranquila, es por eso que pidió a los miembros del Congreso que traten “lo antes posible” el eventual juicio político en su contra.
“Marito nunca va a ser más importante que el Paraguay. Les pido que se trate lo antes posible el juicio político. Estoy dispuesto a enfrentar lo que tenga que enfrentar para que vuelva la paz en la República del Paraguay”, expresó ante los manifestantes.
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