11 datos poco conocidos sobre la Batalla de Acosta Ñu

Armados solo con lanzas y fusiles caseros, aproximadamente 3.000 niños pelearon contra 20.000 hombres del potente ejército aliado conformado por Brasil, Argentina y Uruguay.

Tras varias horas de una heroica resistencia, la mayoría de los pequeños murió en el campo de batalla a manos de los enemigos.

Pasaron 150 años de esta lamentable página de la historia; sin embargo, la muerte de los niños-soldados no parece calar profundo en la memoria de la sociedad; principalmente de aquellos que deberían cuidar al Paraguay y su pueblo de la pobreza, la violencia y la corrupción que reinan en la actualidad.

En conversación con la prensa, el historiador Fabián Chamorro recordó algunas anécdotas de la batalla de Acosta Ñu y habló sobre los famosos mitos que aún se escuchan en torno a este capítulo de la “Guerra Grande”.

A continuación, lea 11 datos sobre la batalla de Acosta Ñu que pocos conocen.

1. Había niños de todas las edades

Recreación. Via andrescolman.blogspot.com

El historiador Fabián Chamorro explicó que no se cuenta con un número exacto de niños de combatieron en Acosta Ñu, aunque afirma que en aquella división había hasta bebés que acompañaban a sus madres.

“No tenemos un número exacto porque hablamos de 3.500 a 6.000 personas: había combatientes, había niños, había mujeres y había ancianos. De 700 a 2.000 niños inclusive”, relató Chamorro a la radio ABC FM.

“Los niños que habían sido enrolados tenían de 12 años para arriba (…) hay que entender que los conceptos de niñez también cambiaron. En el siglo XIX, si vos podías realizar un trabajo que realizaba un adulto, vos ya eras un adulto, explicó.

2. Enrolamiento de niños era común

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El sistema de enrolamiento de niños no era algo exclusivo de Paraguay. Brasil y Argentina también utilizaban a los pequeños para combatir cuando sus ejércitos eran diezmados por el enemigo. En cuanto a los niños que combatieron en Acosta Ñu, Chamorro comentó que “tenían uniforme porque ya habían sido enrolados”.

“Los que podían tener, porque tampoco era que sobraban uniformes. Es imposible que hubieran resistido tantas horas si esos chicos no tenían por lo menos escasa formación militar”, aseguró el historiador.

3. La unidad de Acosta Ñu no tenía que pelear

Recreación. Via andrescolman.blogspot.com

Esa unidad de Acosta Ñu no era para pelear. El Ejército Paraguayo, luego de la catástrofe de Piribebuy, se partió en dos unidades grandes. Una era el Ejército Combatiente y otra que se tenía que encargar de llevar las carretas con todas las provisiones, explicó Fabián Chamorro.

El historiador comentó que esta última fue alcanzada por las tropas aliadas mientras se estaban yendo a Caraguatay, por lo que no les quedó otra opción más que enfrentar la batalla al mando del general Bernardino Caballero.

4. Así empezó todo

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Antes de la masacre donde murieron cientos de niños, el Ejército Paraguayo ya tuvo una fuerte derrota que marcó el destino del país. “El 12 de agosto empieza la debacle con la batalla de Piribebuy. Hacía frío y había 1.600 defensores, donde también había niños y mujeres, contra 20.000 hombres que rodearon la posición”, explicó Chamorro.

“La diferencia en la tecnología era abismal, y ellos bombardearon la posición durante más de dos horas. Con eso ya habían matado a casi la mitad de los defensores”, agregó.

5. ¿Cuándo empiezan a pelear los niños?

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Acosta Ñu fue una batalla móvil de aproximadamente 5 kilómetros que pasó por tres arroyos: el Ytu, el Yukyry y el Piribebuy.

En el arroyo Ytu -que era la primera línea de defensa- murieron los veteranos que aún estaban en condiciones de luchar. Pero la fuerza del enemigo era tal, que debieron retroceder hasta la segunda línea en el arroyo Yukyry, donde finalmente fueron exterminados.

Ya en la tercera línea, sobre el arroyo Piribebuy, solo quedaron los niños acorralados por el potente ejército aliado. Los pequeños lucharon hasta la muerte desde las siete de la mañana hasta la cinco de la tarde. Luego de la masacre, los soldados al mando del Conde de Eu quemaron el campo de batalla con todos los heridos.

“Unos 1.500 de aproximadamente 3.500 se salvaron y huyeron hacia el bosque de Caraguatay”, relató Chamorro.

6. El calvario de las mujeres

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El historiador relató además el cruel destino que también sufrieron las mujeres en la batalla de Piribebuy. “Las mujeres que habían combatido fueron puestas en fila frente a la iglesia, cercenadas de un seno y después lanceadas”.

“En el museo de Piribebuy, si vos te vas hoy en día, en la vitrina está el cabello de esas mujeres. Porque cuando se refaccionó esa iglesia, 100 años después, en 1970 aproximadamente, encontraron el cabello de las mujeres que habían sido sacrificadas ahí”, agregó.

7. Niños secuestrados

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El profesional también habló sobre el destino que algunos sobrevivientes de Acosta Ñu sufrieron tras la batalla.

“Los aliados ordenaron de que todos los sobrevivientes vayan a Asunción, para que se les de algún tipo de asistencia y que después vuelvan a sus casas (…) la gente caminaba desde Pirayu hasta Asunción. Por el camino, los aliados, cuando veían un niño solo o una niña, lo secuestraban”, relató Chamorro.

Los periódicos de la época informan que al menos unos 25 menores desaparecieron en estas circunstancias, y los padres más pudientes ofrecían recompensa por sus hijos. “Un solo caso conocemos que terminó bien, el de Manuel Domecq García, que lo devolvieron por ocho libras esterlinas”.

Domecq viajó a Argentina, donde hizo una exitosa carrera como almirante de la Marina y colaboró con Paraguay en la Guerra del Chaco, ya que era amigo del general Estigarribia.

8. El «Cerro de la Gloria» no es el verdadero

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El lugar que se hoy en día se conoce como “Cerro de la Gloria”, en realidad no es el verdadero campo de batalla donde los niños-soldados murieron. “Hubo un litigio entre Barrero Grande y Tobati por ese lugar en 1969. El verdadero lugar de la batalla se llama Ytakyty, manifestó Fabián Chamorro.

El historiador comentó que, aunque hoy en día el sitio pertenece a la Fundación Acosta Ñu, se puede visitar previa gestión en el municipio de Eusebio Ayala.

9. Los mitos de la batalla de Acosta Ñu

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Chamorro aprovechó la entrevista con la prensa para hablar sobre algunos mitos que por años circularon alrededor de esta cruel batalla.

  • “Le pintaban barbas y bigotes a los niños para que parezcan hombres”

“Eso es un mito, ellos fueron alcanzados, no tenían tiempo para eso”, dijo el historiador, quien agregó: “Cuando llega Caballero ordena que se les de de comer a todos. La comida era un puño de choclo con maní ku’i y coco rallado. Ese fue su alimento ese día”, dijo el historiador.

  • “Al paraguayo hay que matarlo en el vientre de su madre”

Esta frase es popularmente atribuida al sanguinario Conde de Eu, quien estaba al mando del ejército aliado cuando murieron los niños de Acosta Ñu. Sin embargo, Chamorro dice que no existe documentación histórica que valide esas palabras.

10. “El niño que pidió por su vida”

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Sin embargo, la triste historia del niño que clamó por su vida colgado a la pierna de un soldado brasileño, es real.

“Un oficial brasileño que escribió un libro cuenta que había un niño que se le había prendido a un soldado en Piribebuy, pidiendo por su vida. El soldado igual le mató. El oficial trató de reprocharle pero el soldado le dijo que el niño ‘era un combatiente y tenía que matarlo’”, relató el historiador.

11. El Niño de Acosta Ñu que llegó a ser presidente

El expresidente de la República Emilio Aceval, fue un sobreviene de Acosta Ñu y llegó a ser jefe de Estado 29 años después de la batalla, en 1898.

Fabián Chamorro comentó que, si bien Aceval no escribió memorias sobre su experiencia como soldado, escribió algunas cartas a su esposa donde relató algunos pasajes de aquel calvario.

“Cuenta que fue herido, que se fue a un arroyo llorando, que se fue a limpiar su herida con barro, que unas mujeres que estaban escondidas le llegaron a salvar y le llevaron hasta Piribebuy”, agregó el historiador.

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