A primeras horas del martes, un operativo en simultáneo se llevó a cabo en el penal de Tacumbú y el barrio modelo San Francisco, de Asunción.
En el allanamiento, las autoridades lograron desbaratar una importante banda delictiva que se dedicaba a extorsionar a sus víctimas con fotos y videos de contenido íntimo, pidiendo a cambio millonarias sumas de dinero. Esta modalidad es conocida como “sexting” y es habitual en las redes sociales.
Este martes aproximadamente a las 5:00, efectivos del Departamento de Antisecuestros de la Policía Nacional llegaron hasta el barrio San Francisco de Asunción, donde realizaron un allanamiento en uno de los departamentos de la zona.
En el lugar se encontraron varios chips de teléfonos celulares y una agenda con varios números telefónicos, elementos que están siendo investigados y vinculan a los detenidos con las extorsiones. El caso está cargo del fiscal antisecuestros, Joel Cazal.
En el operativo del Barrio San Francisco resultaron detenidos Karen Benítez Villalba y Daniel Chávez, quienes viven en el barrio y están acusados de extorsionar a varias personas con fotografías íntimas, en complicidad con tres reclusos de Tacumbú identificados como Juan Cháves, Iván Fernández y Luis Alarcón.
Una quinta persona involucrada, llamada Jessica Vera, sería cómplice en el esquema de extorsión y está siendo buscada por los uniformados.
Aunque se realizó un allanamiento simultáneo en el penal de Tacumbú, este procedimiento fue frustrado por los propios reclusos, quienes prohibieron el paso a los uniformados y cerraron sus propias celdas con llave.
Según informaron desde el diario ABC Color, miembros del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC), cerraron las puertas de sus celdas con llave y evitaron que los uniformados ingresen para las requisas.
El fiscal Joel Cazal comentó a ABC FM que lograron entrar a un pabellón al inicio del operativo, pero los demás reclusos se alertaron mutuamente e iniciaron un amotinamiento. El procedimiento duró casi media hora y fue abortado para evitar hechos de violencia, indicaron fuentes cercanas.
Según explicó el comisario Nimio Cardozo, jefe del Departamento de Antisecuestros, los criminales creaban perfiles falsos en las redes sociales (generalmente de mujeres atractivas) para captar a las posibles víctimas.
Una vez que se establecía una relación “de confianza”, pedían fotos o videos de contenido sexual que luego eran compartidos con los reclusos de Tacumbú, quienes desde la cárcel pedían dinero a las víctimas para no difundir el contenido íntimo. Los cómplices que se encontraban fuera del penal eran los encargados de recibir el dinero a través de giros telefónicos.
“Esto es común en otros países y aquí está comenzando”, indicó el comisario Cardozo a Ultima Hora.
Las extorsiones desde el penal generaban grandes sumas de dinero y se estima que los criminales ‘ganaron’ aproximadamente G. 500 millones con la modalidad del “sexting”.
Según informó el comisario Cardozo, en una sola línea investigada se constató que se realizaron giros de dinero por un total de G. 50 millones.
Según informaron las autoridades, las víctimas de extorsión eran por lo general hombres adultos, casados y con una familia estable, que cedían a los chantajes para evitar que sus fotos íntimas sean expuestas en público.
«Estas personas (los extorsionadores) hacen una investigación mediante los perfiles de las víctimas en Facebook. Hoy en día todos los usuarios de esa red social publican toda su vida», dijo el fiscal Joel Cazal en contacto con NoticiasPy.
Una de las sindicadas en el caso de extorsión es Karen Benítez, quien fue detenida en el Barrio San Francisco de Asunción.
En conversación con la prensa, la misma dijo desconocer totalmente la causa, aunque reconoció que es pareja sentimental de uno de los implicados que está recluidos en Tacumbú. Benítez tiene dos hijos pequeños y asegura que solo se dedica a realizar trabajos domésticos.
El “sexting”, o sexteo, como se le conoce en castellano, es una modalidad donde las personas envían mensajes, fotos y videos de contenido erótico, generalmente a la pareja o vínculos de confianza.
Esta práctica no es ilegal y se volvió habitual en muchas partes del mundo con el auge de las redes sociales; sin embargo, también es utilizada como método de extorsión para conseguir dinero, favores sexuales o realizar “venganzas”, actos que sí están penados por la ley.
Aunque practicar sexting entre adultos no es un delito, sí puede derivar en casos como el «grooming», donde adultos con perfiles falsos incitan a menores de edad a enviar contenido íntimo a través de las redes sociales.
Irma Llano, fiscala de la Unidad de Delitos Informáticos, informó al diario ABC Color que el sexting “hoy es la tendencia entre la mayoría de las parejas y es parte de un complemento de la relación”.
Sin embargo, este contenido privado puede filtrarse en la internet de diversas formas; ya sea por el robo o la pérdida de celulares, futuras exparejas extorsionadoras o bien, puede caer en manos de grupos criminales como que se descubrió en Asunción.
De acuerdo a datos de la Fiscalía, 4 de cada 20 jóvenes y adolescentes reciben una solicitud de sexting y al menos uno de ellos accede a enviar fotografías de contenido sexual.
El comisario Nimio Cardozo informó a la prensa que actualmente tienen seis denuncias de “sextorsión”, aunque sospechan que muchas víctimas no se acercan a las autoridades por vergüenza o temor.
El comisario Cardozo instó las víctimas a acercarse a la Policía Nacional para realizar la denuncia correspondiente, o bien llamar a la línea gratuita 377 del Departamento Antisecuestro.
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