Redes sociales y depresión: 10 datos para estar en alerta

Con el paso del tiempo, el avance de la tecnología y el uso de las redes sociales, la población más joven queda expuesta a muchas situaciones que pueden poner en riesgo su salud mental, sobre todo en la niñez y la adolescencia.

Es por eso que los profesionales instan a los padres a tomar el control sobre esta situación, acompañando a sus hijos en su crecimiento emocional y apoyándolos en los momentos más difíciles.

A continuación, lea 10 datos sobre la depresión que todos los padres deben conocer.

1. Ojos bien abiertos

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La psicóloga Valeria Fernández habló sobre los problemas de salud mental que cada vez afectan a más personas en Paraguay, e instó a los padres a “tener los ojos bien abiertos” en el caso de los niños y adolescentes, ya que son los más vulnerables a sufrir este tipo de trastornos.

“Es un tema muy importante, porque últimamente escuchamos muchos casos de niños y jóvenes con problemas como la depresión, estrés, cosas que antes parecía que solo se escuchaba en adultos”, dijo la profesional al canal NPY.

“Hoy en día se repiten muchos finales tristes que lamentar, porque no cuidamos en etapas previas la salud mental de nuestros chicos”, advirtió.

2. No dejar pasar las señales de alerta

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La profesional explicó que existen muchos signos de alerta en la conducta de los niños y adolescentes, los cuales indican que el menor puede estar teniendo problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad.

“Lo que no hay que hacer es dejar pasar (las señales), porque a veces uno las toma como: ‘es joven, hace esto para llamar la atención, no hay que hacerle caso’. Creo que ahí está el error más grave que cometemos los adultos”, afirmó la psicóloga.

3. Las primeras señales

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Fernández explicó que existen algunas “señales leves” que no se deben pasar por alto aunque parezcan solo actitudes propias de cualquier chico.

“Comportarse de manera indebida, volverse más agresivo, tener berrinches, aislarse de sus compañeros o no querer asistir a eventos sociales o familiares; son pequeñas cosas que nos tienen que llamar la atención”, manifestó.

“Tal vez lo hacen a propósito y nosotros queremos obviar; y ahí está la clave: si nos están llamando la atención es porque algo están necesitando. O están pasando mal, hay algo que les está aquejando y no saben como manejar”, explicó la experta.

4. Señales más agudas

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La psicóloga añadió que existen otro tipo de señales más agudas que indican que el niño o adolescente puede necesitar ayuda profesional.

“Están las señales más agudas que son el aislamiento social, cuando el niño o el adolescente ya no quiere ir a la escuela, ya no frecuenta las actividades sociales que antes hacía, si practica deportes ya no quiere ir; a veces pueden presentarse problemas de sueño, problemas con la alimentación (que no quiere comer o come demasiado); esos cambios son señales de alarma”, dijo Fernández.

5. El peligro de las redes sociales

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La psicóloga también explicó que es muy importante que los padres se familiaricen con el uso de la tecnología y las redes sociales, ya que de esa manera pueden controlar más de cerca las actividades de sus hijos.

“La tecnología de por sí es muy importante. Es muy útil, pero también es muy peligrosa si no sabemos utilizar, y esto va para jóvenes y adultos. Los padres que son los principales responsables, son los que deberían tener el control”, manifestó.

6. ¿Cómo afectan las redes sociales a los más jóvenes?

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“Hoy en día la influencia que tienen las redes sociales para el adolescente es enorme; la construcción del autoestima del joven, la cuestión de la seguridad, parece que está basada en cómo se sienten en las redes”, explicó Valeria Fernández.

“Quieren saber si son amados, si son queridos, si son buscados, y es un tema a trabajar. Hoy en día eso parece ser lo que le importa a los chicos. Cuántos likes tiene una foto, o cuánta gente comenta sus fotos; entonces es una manera equivocada de construir una autoestima”, agregó.

7. Mayor control en las redes

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La especialista instó a los padres a tomar control sobre las actividades virtuales de sus hijos, sobre todo de los más pequeños, para evitar que sean víctimas de acoso o cualquier otro peligro que existe en el mundo de la internet.

“En todas las plataformas digitales existe un apartado que se llama ‘control parental’, que muchos padres no saben que existe. Permite controlar las horas de conexión y ver en qué páginas entran. O sea que sí existen herramientas para controlar esto, y por la seguridad de los chicos es fundamental, aseguró.

8. No hay que “tener miedo” de pedir las contraseñas

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Muchos padres no controlan el uso que sus hijos hacen de las redes sociales porque no quieren invadir su intimidad, lo cual es una idea errónea, manifestó la especialista.

Los padres tienen miedo de revisar el celular, las redes sociales o pedir la contraseña. Hablan mucho de ‘invadir la privacidad’ y deberían asumir esta responsabilidad al cien por ciento. Obviamente el chico no va a aceptar que el padre haga eso, pero forma parte de nuestra autoridad frente a ellos, aseguró.

9. No todos los trastornos derivan en depresión

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Pese a las señales de alarma que hay que tener en cuenta en los niños y adolescentes, la Lic. Fernández explicó que no todos estos problemas de salud mental derivan en depresión.

“Puede ser cualquier problema; no solo estamos hablando de un niño que tiene depresión o va a terminar en un suicidio, porque puede que no termine nunca en eso y que no tenga realmente ideas suicidas”, expresó.

“Pero son señales y comportamientos diferentes a lo habitual. Entonces eso hay que tener en cuenta, hay que acercarnos a hablar. Nosotros los adultos tenemos miedo de hablarles directamente y eso es lo que ellos necesitan, hablar de sus cosas, agregó.

10. Hay que acercarse a hablar, dice experta

Via elpais.com.uy

Fernández sostiene que, por lo general, quienes sufren este tipo de trastornos son personas introvertidas a las cuales les cuesta expresar sus emociones. Por ello es fundamental perder el miedo y acercarse a hablar con ellas para ofrecer ayuda y contención.

“Generalmente el que está pasando mal es una persona introvertida que le cuesta a hablar de sus cosas y no se anima a hablar con nadie. Entonces necesita que alguien se le acerque, que le pregunte”, enfatizó la profesional de salud.

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