De acuerdo a los informes, Kiko, defendió a su dueña y la salvó de una mordida de una yarará, serpiente conocida por ser venenosa.
Según la dueña salió al patio de su casa, este viernes, no vio a la serpiente y la pisó.
El felino reaccionó rápidamente y evitó que el reptil alcance a la mujer. Sin embargo el gato recibió tres mordeduras de la yarará.
El dato
El rescatista Guido Coronel, reveló que por problemas económicos la familia no pudo comprar un antídoto que había que aplicarle de inmediato al gato ese viernes y cuyo costo es de G. 450 mil.
La fundación, al enterarse del caso, logró cubrir los gastos, pero fue tarde.







