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El pasado 12 de septiembre, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social emitió una alerta epidemiológica por las graves consecuencias de los incendios forestales en la zona del Chaco paraguayo, donde más de 100.000 hectáreas ya fueron consumidas por las llamas.
El humo y la contaminación del ambiente ya se pueden ver y sentir en tanto en Asunción como en otras ciudades aledañas, donde los cuadros respiratorios aumentaron casi en un 50 %, según reportan los especialistas.
Luego de que el Poder Legislativo haya declarado Situación de Emergencia Ambiental por los incendios forestales registrados en 13 departamentos del país, el Ministerio de Salud advirtió que las consecuencias de este siniestro pueden llegar a ser realmente graves para la ciudadanía.
Los especialistas aseguran que la quema de pastizales y grandes áreas de reserva ecológica, traerán consecuencias a corto, mediano y largo plazo, muchas de las cuales ya pueden sentirse entre la población más vulnerable.
En contacto con Radio 1000, el Dr. en Neumonología Carlos Morínigo informó que la nube tóxica que llegó a Asunción está aumentando notablemente el número de pacientes que sufren enfermedades respiratorias.
“Era cuestión de tiempo para que esto llegue a la capital debido a los fuertes vientos y a la sequía que hay; primero por los incendios forestales del amazonas y después del Chaco”, manifestó el galeno.
“Estamos viendo como esa contaminación que se ve a simple vista fue aumentando con el transcurrir de los días, y hay un desencadenante a nivel de los pacientes que están llegando a nuestros servicios a consultar por cuadros respiratorios y alérgicos importantes”, agregó.
Por su parte, el Dr. Felipe González, representante del Ministerio de Salud, advirtió que las poblaciones vulnerables son las que más reciben el impacto de la polución ambiental ocasionada por los incendios.
“Han aumentado en un 50% las consultas que solemos tener en esta época; sobre todo por gente que viene de los lugares donde hay focos de incendio, que son derivados y concurren al hospital”, manifestó a Radio Ñanduti.
“Incluso aquí en capital los niveles de polución se encuentran elevados, por eso lo de la alerta. En los lugares colindantes con los epicentros de los incendios forestales, ellos sí tienen niveles aún mayores de contaminación”, agregó el profesional.
“Es de preocupar, porque nosotros que estamos aquí en los hospitales vemos cómo los cuadros respiratorios van en aumento y están durando cada vez más tiempo”, señaló el Dr. Morínigo en Radio 1000, quien aclaró que los más afectados por la nube tóxica son las personas con enfermedades respiratorias tales como asma, EPOC e incluso afecciones del corazón.
“Aumentaron los niveles de consulta sobre todo en este grupo, tanto niños, ancianos y adultos jóvenes que padecen enfermedades pulmonares y cardiopatías”, dijo por su parte el Dr. González.
En el caso de los pacientes crónicos, el Dr. Morínigo recomienda que directamente no salgan de sus casas, para evitar exponerse a la nube tóxica que cubre gran parte de la ciudad.
“Hay gente que debe quedarse en su casa, que no puede salir, que tienen cuadros asmáticos crónicos o EPOC y no deben salir con este tiempo”, advirtió el médico.
Los especialistas aseguran que, en caso de salir a la calle o estar en un espacio abierto, las personas deben contar con algún tipo de barrera que les impida inhalar las partículas tóxicas que se encuentran en el ambiente.
“Si es que no recibimos la lluvia (que es la que va a limpiar al aire ambiente de todas esas partículas), no es muy conveniente salir (…) pero lo ideal es, si uno tiene que andar en un espacio abierto, tener algún filtro, alguna barrera, en este caso un tapabocas”, dijo el Dr. González. “Pero no es necesario si uno va a estar en un ambiente más cerrado y no sale”, aclaró.
Según detalló el Dr. González, existen diversos tipos de tapabocas que son de venta libre en las farmacias y se pueden utilizar en caso de exponerse a un espacio abierto.
“Existen diversos tipos de tapabocas, pero el único efecto que tienen es como filtro, una barrera para evitar la inhalación del hollín que está suspendido en el ambiente. Entonces con un tapabocas común ya es suficiente”, dijo el galeno.
No obstante, el Dr. Morínigo recomienda que aquellas personas con cuadros respiratorios graves utilicen un tapabocas llamado “N95”, el cual sirve para filtrar partículas más finas.
El humo tóxico proveniente de los incendios forestales no solo afecta al sistema respiratorio, aseguran los médicos.
“Resulta que esta bruma que hay a nivel del aire ambiente no sólo ingresa en los pulmones; inclusive tenemos reacciones alérgicas a nivel de piel. Todos los pacientes alérgicos que se ponen en contacto con estas partículas van a desencadenar reacciones en el cuerpo (…) también hasta los ojos se irritan”, manifestó el Dr. Morínigo.
Además de las consecuencias inmediatas que la polución ambiental produce en la ciudadanía, el Ministerio de Salud advierte que, si no se toman cartas en el asunto, los incendios pueden provocar alteraciones ecológicas en el hábitat natural de los animales.
Esto puede desencadenar una migración de primates desde áreas con riesgo de fiebre amarilla, además de la proliferación de ratas de campo, lo cual aumenta el riesgo de la transmisión de Hantavirus.
Otras de las consecuencias del incendio a mediano y largo plazo son el aumento de riesgo de cáncer y enfermedades pulmonares crónicas.
Óscar Rodas, director de Cambio Climático de la Organización Mundial de Conservación (WWF), informó a UH que el ingreso del frente frío que se dio a nivel país y sobre todo en la zona del Chaco, es una nueva esperanza para la luchar contra los incendios forestales.
Con el clima actual, el experto señaló que los bomberos pueden ingresar a los lugares donde hay brotes de fuego (mechas o cenizas calientes), para apagarlos por completo. Esta tarea se conoce como “abatimiento final”.
De todos modos, Rodas señaló que hace falta una lluvia de importantes proporciones para acabar con los incendios, ya que hay raíces de árboles que siguen calientes y quemándose debajo de la tierra.
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