Via ventanaabierta.edu.py
El negociado detrás de la trata de personas maneja cifras millonarias y explota sin piedad a sus víctimas en todo el mundo, principalmente mujeres, niños, niñas y adolescentes.
En Paraguay se reportan al menos 300 casos por año, una cifra alarmante que pone a las autoridades en pie de guerra contra este hecho punible. La fiscal Carina Sánchez, delegada de la Lucha contra la Trata de personas y Explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, habló para una emisora y explicó cuáles son las señales que hay que tener en cuenta para no caer en estas peligrosas redes.
Aunque por lo general se asocia la idea de la trata de personas a la poblaciones más vulnerables, Sánchez afirma que esta situación se le puede presentar a cualquier ciudadano.
“Muchas veces pensamos que es un problema lejano, algo que ‘no me va a pasar’ pero podemos a estar a un paso de que pueda suceder. No solamente caen las personas de nivel socioeconómico bajo”, dijo la fiscal a la 1080 AM.
La trata de personas es uno de los negocios internacionales más lucrativos, después de tráfico de drogas y la venta ilegal de armas. La diferencia es que “el producto” son las víctimas, quienes pueden permanecer en la red durante muchos años.
“El tráfico de armas o drogas, una vez que se vende y se consume termina ahí. Pero las personas son utilizadas por mucho tiempo, entonces es mucho más lucrativo. Incluso las personas que son trasladadas de un país a otro de paso llevan drogas y luego son explotadas sexualmente por años”, manifestó la fiscal Sánchez.
Según explicó la especialista, este hecho punible que afecta principalmente a mujeres y niñas, suele comenzar cuando algún familiar, vecino o conocido le ofrece trabajo en el exterior.
“Del 95 a 97 % de los casos, el ‘enganche’ es el trabajo, por eso es más fácil de ganar la confianza de las personas. Le pintan como ‘mirá, fulana está allá y ya tiene una casa y a vos te espera un trabajo’”, manifestó Sánchez.
“Les dicen que van a ir a trabajar como niñeras, como empleadas o cajeras, pero en realidad es otra cosa, es para ejercer la prostitución”, explicó la funcionaria.
Sánchez aclaró que existe un porcentaje de víctimas que ya sabe que va a ejercer la prostitución, pero igualmente son engañadas con las condiciones de trabajo. La fiscal recordó un rescate que se realizó en España, donde 13 paraguayas fueron liberadas de una poderosa red de explotación sexual.
“El 50% sabía que iba a prostituirse, pero bajo otras condiciones. Había una de ellas que no hablaba, hasta que a la tarde habló y empezó a llorar. Ella no sabía cuánto estaba cobrando, lo único que quería era pagar su deuda y salirse de ahí. Ya había atendido una cantidad de gente impresionante por día”, lamentó.
“A ella le prometieron un trabajo como prostituta, que iba a ganar mucho dinero, que iba a manejar su tiempo. Pero llegó allá y no le pagaron, no le dejaron manejar su tiempo”, explicó.
Carina Sánchez presenció el rescate de las 13 compatriotas en una ciudad de España, y fue en ese lugar donde conoció la realidad que las víctimas de explotación sexual sufrían en el continente europeo.
“No estaban encerradas con llave pero no conocían alrededor. Estaban en una ciudad pequeñísima y hermosa, pero no salían porque tenían miedo. Iban del departamento al supermercado, era todo el movimiento que tenían”, recordó.
Según explicó la fiscal, las víctimas no hablaban entre ellas, por lo que tampoco podían unir fuerzas para salir de esa situación o intentar buscar ayuda.
“Eran como 13 víctimas; la más chica tenía 18 años y tenía apariencia de 15 (…) Estaban en habitaciones contiguas pero ellas ni siquiera hablaban porque la explotadora les decía ‘no hables con tal porque es mala’, lo hacía para que no se aliaran”, dijo Sánchez.
“Notamos lo que sienten nuestras ciudadanas en el exterior, no confían en las autoridades… cuando nos vieron en ese lugar como que decían ‘¿ustedes vinieron por nosotras?’, no podían creer y no se abrieron al instante”, manifestó.
Una vez que las víctimas de trata son rescatadas por las autoridades, son pocas las que deciden regresar al Paraguay, ya que prefieren buscar mejores condiciones de vida en el continente europeo, principalmente en España.
“Algunas vuelven, pero la mayoría se queda. En ese caso intervienen las autoridades españolas y ellos tienen ONG’s que se encarga de esa parte que nosotros no tenemos; asisten de manera integral a las víctimas, les dan un lugar donde quedarse hasta que consigan papeles y luego un trabajo”, explicó la fiscal.
Pero las autoridades paraguayas no trabajan solas para rescatar a las víctimas de trata. Cuando la situación lo requiere, solicitan el apoyo de las autoridades europeas, pues existen casos más complejos de resolver.
“Cuando es más difícil el trabajo se recurre a otras autoridades de Europa. Para nosotros España es el lugar por donde entramos a otras autoridades; desde allí se contactó con autoridades de Turquía y Francia, en donde se necesitaba ese contacto y nos ayudaron los españoles”, dijo Sánchez.
Carina Sánchez comentó que hasta hace un tiempo, Paraguay no contaba con profesionales para dar una ayuda inmediata a las víctimas que regresaban al país.
Es por eso que se creó un equipo para brindar atención integral a estas personas, el cual está conformado por psicólogos y trabajadores sociales “que hacen no solo la contención sino también la evaluación para proceso y una coordinación con otras instituciones para esa asistencia inmediata”, explicó la fiscal.
Cabe resaltar que cada 23 de septiembre se conmemora el Día Internacional contra la explotación sexual y tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, y este año las autoridades paraguayas lo recordaron con una interesante campaña de prevención, colocando afiches lugares claves como el aeropuerto Silvio Petirossi y terminales de ómnibus, para prevenir a los jóvenes en el interior del país.
Pese a los intentos por detener la trata de personas, muchas familias paraguayas no denuncian inmediatamente la desaparición de sus familiares que viajaron a exterior.
“Con respecto a situaciones específicas de trata, lamentablemente tenemos muchas situaciones en las que los familiares se acuerdan de la víctima solamente cuando no llega el dinero. Se preguntan qué paso, porqué no llega el dinero y no saben más nada. Pero si seguía viniendo el dinero capaz que no les iba a llamar tanto la atención”, lamentó la fiscal Sánchez.
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