Según datos oficiales del Ministerio Público, en el año 2018 se presentaron 5.074 denuncias de agresión física y psicológica a menores, de los cuáles 2.608 casos son por abuso sexual.
Al respecto, algunos especialistas señalan que hay características que ayudan a identificar a un abusador o alguien que puede cometer dicho ilícito contra los niños, niñas y adolescentes.
El Dr. en Psiquiatría José Vera Gómez, comentó que en la mayoría de los casos el abusador es de la propia familia o cercano a ella.
“Con mayor frecuencia ocurre que el abusador es el padre, el padrastro o del entorno familiar; es la persona que en la relación ejerce un cargo de superioridad”, mencionó en conversación con ABC TV.
Ejerciendo ese cargo de superioridad es como el abusador logra silenciar a la víctima, ya que le prohíbe decir lo que ocurre bajo amenazas, incluso de muerte.
“Generalmente utiliza diferentes estrategias, como por ejemplo ‘tu mamá luego no me sirve, no le cuentes nunca a tu mamá porque le voy a matar’, amenazas de ese tipo”, refirió el Dr. Vera Gómez.
El especialista señaló que también existen casos donde las propias madres o personas de la familia actúan en complicidad con el abusador, ya que por diversos motivos deciden no denunciar lo que ocurre en sus hogares.
“También están los casos donde hay complicidad con las madres en ciertos abusos sexuales infantiles. Toda la familia sabe que se comete un abuso, es como un secreto ahí dentro”, expresó el médico.
Pese a los numerosos estudios científicos que se realizaron al respecto, hasta el momento no existe “una cura” para tratar la pedofilia, ya que la conducta del abusador es prácticamente invariable con el correr de los años.
“La psiquiatría no tiene un tratamiento específico para los abusadores. Si bien hay instituciones a nivel internacional que se dedican al tema, no hay algo específico que sirva que haya demostrado eficacia, no existe”, manifestó el Dr. Vera Gómez. En estos casos, el especialista señaló que la solución más eficaz e inmediata es el encierro de esta clase de personas.
El Dr. Vera Gómez señaló que en la mayoría de los casos, los abusadores son adultos jóvenes que están en edad productiva. “En nuestro país por lo menos, en el 100 % de los casos llegan a haber cometido el hecho pero no asumen del todo”, dijo el profesional.
Además, agregó que “las formas de abuso son distintas de acuerdo a la edad, por ejemplo, un niño o adolescente no cometerá el mismo proceder que un adulto”.
Por otro lado, el galeno informó que existen señales de alerta mucho más claras para identificar a un posible abusador, como la tendencia a la pedofilia, padecer algún tipo de trastorno mental o estar bajo los efectos de alguna medicación.
Desafortunadamente, la Justicia en Paraguay demuestra que en la mayoría de los casos los abusadores quedan libres o reciben condenas muy bajas por sus crímenes.
Es el caso del expolicía de la Interpol José María González Mareco, quien fue condenado a 10 años de prisión por el abuso de una niña desde los nueve hasta 12 años de edad.
Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones de Ciudad del Este anuló la resolución de primera instancia y el condenado permanece en libertad. Según alegaron los camaristas, la condena contra González Mareco aún no quedó firme porque la defensa apeló la decisión de primera instancia.
La liberación de González Mareco generó una gran indignación entre los pobladores de Ciudad del Este, especialmente de los activistas en defensa de los derechos de menores, tales como la organización “Con los niños no”.
Otro aberrante caso ocurrió en la zona de Campo Grande de Asunción, donde un hombre de 43 años fue imputado por el supuesto abuso sexual de sus seis hijas, de las cuales cuatro son menores de edad.
Según señaló el agente fiscal Yoan Paul López, la madre de las víctimas fue imputada por la misma causa en carácter de cómplice y ya guarda reclusión, mientras que su marido aún permanece prófugo.
Las víctimas menores de edad tienen 15, 13, 10 y 3 años. Mientras que las dos mayores, quienes también fueron abusadas, se animaron a denunciar el caso. Según comentaron a las autoridades, su padre es un consumidor de bebidas alcohólicas y es un hombre muy violento que las silenciaba bajo amenazas.
El caso más reciente es el de Blas Venancio Gómez Barrios, quien trabajaba como chofer en la Empresa Paraguarí. El mismo fue hallado culpable de abusar sexualmente de su hijastra desde que la pequeña tenía siete hasta los nueve años de edad.
Y aunque se tardó aproximadamente seis años en llegar a una condena, el Tribunal de Sentencia de Paraguarí, conformado por Gerardo Ruiz Díaz, Jorge Giménez y Hugo Ríos Alcaraz, lo condeno solo a dos años con alternativas a la prisión, lo que significa que el hombre no irá a la cárcel.
“Ya no te vas a ir adentro. Sos un tipo educado, trabajador, eso no se discute acá, sos un buen chico, lindo tipo, nadie discute (…) Apostamos en vos Venancio, por eso te damos esta oportunidad”, dijo el Juez Giménez Samaniego durante la lectura de la sentencia.
Si conoce algún caso de abuso sexual contra menores de edad, comuníquese telefónicamente al 147 para realizar la denuncia correspondiente, o puede presentarse en las Consejerías Municipales por los Derechos del Niño, la Niña y el Adolescente (Codeni), presentes en todos los municipios del país.
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