Una total indignación causó el fallo de los jueces Hugo Ríos, Gerardo Ruíz Díaz y Jorge Giménez Samaniego, quienes dejaron en libertad y solo aplicaron “normas de conducta” a un hombre que abusó sexualmente de su hijastra desde los siete hasta los nueve años de edad.
Además de leer la sentencia con palabras hirientes y desagradables, trataron de “mitã’i porã” al acusado en pleno juicio. Ahora, la Corte Suprema de Justicia suspendió a los magistrados y a la fiscal del caso por mal desempeño de sus funciones.
En entrevista con el programa AAM, familiares de la víctima contaron que durante el juicio oral los jueces, el acusado y la abogada defensora charlaban y reían como grandes amigos.
“Entre ellos hablaban, el Tribunal con la abogada defensora. No sé si es normal eso, pero decían ‘vamos a terminar por hoy porque es muy largo, vamos a terminar para tal fecha, total estamos todos en familia’”, relató la tía de la niña abusada.
Por si fuera poco, los jueces y la abogada cuestionaron sin tapujos el testimonio de la niña en la cámara gesell.
“Decían ‘vamos a suspender esto, mirá no se entiende, la nena se tapa la boca’, decía el jefe del Tribunal. ‘Y verdad que sí’, decía la defensora (…) Estaban en familia, se saludaban todo, comentaban los casos en una conversación entre ellos, a carcajadas se reían”, manifestaron.
Yrides Ávila, la fiscala que inicialmente tomó el caso, está suspendida por el JEM y Corte Suprema de Justicia por mal desempeño de sus funciones ya que, según el Tribunal de Sentencia de Paraguarí, la misma no presentó pruebas suficientes para que el acusado recibiera una condena más alta.
“Sostengo con mucha certeza haber realizado todos los actos investigativos tendientes al esclarecimiento del hecho (…) Se han hecho todas las diligencias que abarcan todo el ámbito que guarda relación con las probanzas”, manifestó Ávila en AAM.
“Ojalá hubiera sido yo la persona que hubiera sostenido la acusación fiscal porque en un juicio es un arte (…) No se le puede atribuir el resultado de un proceso a una persona que no estuvo en la etapa más importante del proceso que es el juicio oral y público, donde la situación puede variar totalmente, para mejor o para peor”, se defendió la funcionaria.
Cabe señalar que Yrides Ávila dejó la investigación porque fue trasladada a otra unidad en el año 2016.
La fiscala Yrides Ávila detalló para la prensa cuáles fueron los estudios que solicitó para la investigación del caso, y negó rotundamente la falta de elementos probatorios para elevar la condena del acusado.
“Se ha tomado el testimonio de la denunciante, de la víctima en cámara gesell; se ha hecho la entrevista víctimológica y la atención de la niña con la psicóloga forense”, aclaró.
“Hay un dictamen del daño psicológico, y desde luego está el dictamen médico sobre el cual se hace un cuestionamiento (…) ese informe médico para el Ministerio Público reunía los requisitos para probar la existencia de ese hecho”, manifestó.
Ávila, quien en su momento ordenó la detención del acusado, formuló la imputación caratulada como “Abuso sexual en niños”; sin embargo, aclaró que en ningún momento se descartó una violación y eso lo debían determinar los magistrados en el juicio oral y público con los elementos probatorios.
“La valoración de las pruebas se tiene que hacer de modo conjunto y armónico. Todos los elementos aportados con la investigación son elementos que el tribunal tiene que considerar de manera conjunta a través de la lógica, la experiencia y la psicología”, aclaró la agente (suspendida) del Ministerio Público.
En entrevista con el programa AAM, la madrina y la tía de la víctima comentaron que, tras la importancia que tomó el caso en los medios, ahora recuperaron las esperanzas de que se haga justicia con la víctima.
“Nos genera esperanza en la justicia, un poco de animo de seguir luchando y creer en las leyes. Pero hay que seguir hablando, porque sabemos que en nuestro país es todo un ratito y después si se termina el ojo de la prensa todo vuelve como estaba”, manifestaron.
Convivir con una persona que fue abusada produce un gran dolor en toda la familia, aseguraron las familiares de la víctima.
“Una cosa es ver por televisión a los nenes y las nenas abusados y otra cosa es vivir en carne propia. Uno hasta se enferma, se siente impotente, apagado, es totalmente otra vida cuando hay una criatura abusada en la familia”, manifestaron.
“La justicia como que nos apuñaló todo mal por la espalda, en la cara, el corazón y el alma. Ahora sí se está haciendo justicia”, agregaron.
Pese a los oscuros momentos que le tocó vivir durante su infancia, la menor que sufrió abusos por parte de su padrastro hoy es una adolescente de 14 años que va a la escuela y trata de salir adelante.
“Está tratando de sobrellevar, porque desde que comenzó el juicio es como que volvió a revivir todo que pasó (…) En estos últimos días ella estaba un poco bajoneada, le dolió muchísimo, imagínate lo que fue para ella vivir y contar eso”, relató una de sus familiares.
“Gracias a Dios está rodeada de personas que le amamos mucho, que le tratamos de ayudar, si ustedes le ven como ella llegó a nosotros y lo que es hoy en todo sentido, ella es otra niña ahora que está luchando”, agregaron.
La denunciante del caso comentó que en un primer momento sintió miedo de hacer la denuncia contra el abusador, ya que por lo general son las víctimas quienes sufren persecución de la justicia en Paraguay.
“Dudaba mucho, con miedo en el alma fui a denunciar porque sabía que iba a ser maltratada. Pensé que no se me iba a creer o que yo iba a ir la cárcel, pensé en todo eso. Porque siempre vemos en el noticiero que los que denuncian son los que pagan”, expresó.
Las familiares de la menor comentaron que es toda una odisea tratar de denunciar un abuso en Paraguay, ya que los funcionarios de Ministerio Público por lo general no creen en las víctimas y las tratan mal.
“Muchísimas cosas pasamos con mi familia, mucho desprecio, mucho rechazo, dudas, pero no nos dimos por vencidos. Si se nos cerraba una puerta al día siguiente volvíamos a empujar la misma puerta u otra puerta”, expresó una de ellas.
“La persona que denuncia es la que lastimosamente pasa malos ratos, la que más gasta, la que más tiene que estar detrás (…) Sería bueno que la Fiscalía tengan un poco más de tacto, de humanidad. Porque vos llegás y sos el enemigo ahí”, lamentó.
En cuanto a los polémicos comentarios del Tribunal de Sentencia de Paraguarí, los cuales trataron de “mitã’i porã” al acusado y hasta “celebraron” que no hubo coito en este caso, las mujeres dijeron sentirse destrozadas e indignadas.
Al contrario de lo que afirmaron los magistrados, familiares de la víctima sí se encontraban presentes al momento de leer la sentencia. “¿Qué tienen en su mente? ¿Cómo que no fue ultrajada? Estos son nuestros jueces?”, lamentó indignada una de las mujeres, aunque remarcó que exigirán una sanción ejemplar a los jueces para que estos casos no se vuelvan a repetir.
“Esto es una esperanza para todos los niños que están viendo esto y no se animan contar, por eso queremos una sanción ejemplar para los jueces y el acusado”, finalizaron.
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