Teresa Sosa. Foto: Crónica.
Resumiendo, Sosa trató de hipócrita a Mazzoleni, supuestamente, por autorizar la celebración de la boda de Sol Cartes, donde evidentemente se violaron las restricciones de la cuarentena inteligente. En conversación con la 730 AM se mostró indignada por lo que ella llamó omisiones del secretario de Estado.
Justamente en ese sentido se debe mencionar que la agente del Ministerio Público estuvo en tela de juicio, debido a que aparentemente fue utilizada para beneficiar a Karim Salum, empleado del Grupo Cartes, quien llegó a Paraguay desde Estados Unidos y fue a cumplir la cuarentena a su casa y no a un albergue, como debía realizarse en aquel momento.
Sosa negó tal cuestión y hasta fue designada por la Fiscal General del Estado, Sandra Quiñónez, a investigar lo ocurrido. Es decir, ella se puso a indagar, de alguna manera, sus acciones.
Una testigo dijo en su momento a la 730 AM que la fiscala montó al avión y comenzó a llamar a Salum. En su descargo ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Sosa, aseguró que a ella le entregaron un documento con nombres.
Supuestamente, Salum estaba en la franja de riesgo de más de 60 años, pero tiene 50 años, de acuerdo a publicaciones de ABC.
En redes sociales los comentarios sobre las declaraciones de la agente no se hicieron esperar, por ejemplo la periodista de ABC Color, Tati Condoretty recordó lo ocurrido con el pasajero “VIP”.
Por su parte, el abogado Guillermo Ferreiro puso en duda su calificación como abogada.
Sosa además es la fiscala de un proceso más que polémico, el de la compra de notas en la Universidad Católica. En este caso, promovió una orden de captura internacional contra la joven María Belén Whittingslow, quien a su vez denunció por acoso a Cristian Kriskovich, docente de la alta casa de estudios mencionada y miembro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).
“Mágicamente al día siguiente que se le haya declarado como galanteador a mi me imputan. Mañana le va a devolver el favor por la persecución que me está haciendo esta fiscala”, dijo Whittingslow a la 1020 AM, cuando se supo del proceso abierto a Sosa por el JEM en el caso del caso Salum.
La estudiante tuvo que autoexiliarse en Uruguay, al asegurar que estaba siendo víctima de persecución a nivel local.
Un caso muy sonado fue el de los cheques adulterados, allá por 2008, cuando Gregorio “Papo” Morales fue procesado.
En aquel momento se rumoreaba sobre una supuesta relación con el procesado y la agente del Ministerio Público.
En el propio juicio Sosa confirmó que ella conversaba asiduamente con el procesado, hasta 10 veces por día, según una nota de octubre de 2010.
Inicialmente ella fue la fiscala del caso, sin embargo otra agente fue la que se hizo cargo al salir a flote la cercana relación que tenía con el procesado.
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