El pequeño Renato Rojas Talavera fue asistido en el sanatorio Migone, en donde falleció horas después y sus familiares denunciaron que se trató de un caso de negligencia médica.
En ese contexto, fueron imputados tres médicos del nosocomio, identificados como María de Fátima Bastos A., José Manuel Ovando y Óscar Feliciano Cabrera R. por el hecho de Omisión de Auxilio.
La imputación indicaba que tras habérsele suministrado un medicamento al niño se produjo una alteración y ante esto la mamá pidipo ayuda a los médicos, quienes no verificaron el estado del pequeño.
Posteriormente, la madre vuelve a acercarse al box donde estaban los tres galenos, pidiendo auxilio, “por favor, le falta oxígeno, esta pálido, está transparente ya mi bebé, su boca está morada”, expresaba Macarena Talavera Angulo, sin embargo, no recibió ayuda alguna.
En la imputación se detalla, que si bien dos de ellos son residentes, ya cuentan con el titulo profesional expedido que avala que están habilitados para prestar auxilio ante cualquier emergencia, además estaban designados como médicos de guardia en la Sala de Urgencia, por lo que no podían evitar prestar la ayuda aguardando que llegue la pediatra.
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