Mons. Ricardo Valenzuela, Obispo de Caacupé. Foto: Captura.
En el octavo día del novenario a la virgen de Caacupé, el reverendo Carlos Medina, de la Orden de Carmelita Descalzo, habló sobre la importancia de la Eucaristía como núcleo del ministerio sacerdotal.
El padre Medina resaltó el servicio como ejercicio principal en el sacerdocio bautismal, tomando como ejemplo a la beata Maria Felicia Chiquitunga.
“Es una mujer que no quiso guardarse nada, más bien dispuesta a entregar la propia vida como tal, con tal de que Jesús sea amado y conocido. Al mismo tiempo su propósito fue siempre que todas las personas tuviesen oportunidades para llevar una vida digna como verdaderos hijos e hijas de Dios”, expresó el predicador.
En ese sentido, explicó que la fe debe ser cultivada a través de un encuentro personal con Jesús, con la oración y la Eucaristía.
“El servicio, la diaconía es la nueva lógica que Jesús vino a implementar ante la tendencia del ser humano que se deja llevar por la prepotencia, el interés mezquino y la dominación sobre los otros. Esta actitud de autodonación, hunde sus raíces en el ser de Dios, es también el servicio, la actitud que supo cultivar de manera permanente la querida beata María Felicia al estilo de Jesús y que repetirá hasta el cansancio ‘Todo te ofrezco señor’, a eso estamos llamados”, destacó.
Así mismo llamó a los feligreses a “unirnos como ciudadanos” para encaminar una patria que está cada día más fragmentada por los intereses sectarios que no ayudan a generar el encuentro y la comunión que hace posible el banquete de la fraternidad universal.
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