Ocurrió aparentemente antes del juego entre Croacia y Brasil, en el Estadio Ciudad de la Educación, donde Ivana había llegado muy temprano.
En imágenes que comenzaron a correr en redes y medios se ve a la joven, de 30 años, conversando con guardias de seguridad. Algunas publicaciones incluso señalaron que fue echada del coliseo deportivo, pero ella contó qué ocurrió.
“No permiten que los fanáticos se tomen fotos conmigo o posen para fotos aquí en la barandilla. Luego les pregunté por qué eran tan groseros”, dijo al diario alemán Bild.
La joven, además de modelo e influencer, es propietaria de una marca de trajes de baño.
En su momento, habló con Bild sobre sus sensaciones en Catar y comentó lo siguiente: “Es realmente genial. Nadie me ha dicho nunca que me cubra. Todo el mundo quiere fotos conmigo, incluso los lugareños. Solo en Twitter hubo una reacción negativa de un qatarí. Pero probablemente solo quería llamar la atención”.
Ella es de origen alemán, pero vive en Croacia, selección de la cual es hincha fanática, por lo que la acompaña en cada juego del mundial con vestimenta muy llamativa.
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