Foto: Captura de video.
El experto señaló que hay 400 a 700 casos de accidentes ofídicos por año, lo que resulta en promedio a dos o más casos por día de picaduras de serpientes.
Mencionó que siempre hubo ataques de víboras, pero en poblados, en aéreas rurales donde los casos no se dan a conocer.
Asimismo, refirió que hay un importante crecimiento poblacional en comparación a décadas atrás, lo que trajo consigo una pérdida muy grande de hábitats de las serpientes.
En ese sentido ejemplificó que la cobertura del Parque Atlántico en particular, donde existe mucha diversidad de especies de yararás, actualmente queda un cinco por ciento de cobertura del hábitat de la especie.
“Obviamente el animal no tiene otra alternativa más que llegar a las áreas rurales donde habita el ser humano y es ahí donde ocurren los accidentes”, explicó en contacto con Noticias Paraguay.
“La selva era el refugio y el lugar donde se alimentaba, ahora con cada vez menos selva, buscan cultivo donde puedan haber ratones que se alimentan de los cultivos, por eso también llegan a las casas donde hay ratas y ratones. La Yarará en particular viene detrás de las ratas y ratones”, detalló Cacciali.
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