La albirroja y la hañaza mundialista 2010. Foto: FAP Twitter
El 29 de junio no es una fecha cualquiera para el fútbol paraguayo, es el aniversario de un hito que se ha grabado en la memoria colectiva de la nación. Este día marca la gesta histórica de la selección nacional, la Albirroja, al clasificar por primera vez a cuartos de final en una Copa del Mundo.
El Mundial de Sudáfrica 2010 fue el escenario de este suceso inolvidable. La Albirroja se enfrentó a Japón en un agónico duelo que duró 120 minutos. Paraguay y Japón se enfrentaron en los octavos de final en una batalla que quedará por siempre en la memoria de los aficionados al fútbol.
Aquel día, Paraguay se paralizó. En cada rincón del país se palpaba la expectación, la esperanza y la posibilidad de cumplir un sueño largamente anhelado. El equipo, bajo la dirección del entonces entrenador Gerardo “Tata” Martino, logró mantener un empate en los 90 minutos reglamentarios. No obstante, el marcador no se movió en los 30 minutos adicionales del tiempo extra, lo que llevó el partido a la tanda de penales.
Los corazones de todos los paraguayos latían a mil por hora cuando se anunció la tanda de penales. Los albirrojos demostraron gran categoría al enfrentarse al desafío. Édgar Barreto, Lucas Barrios, Cristian Riveros y Nelson Haedo realizaron lanzamientos decisivos, especialmente después del fallo de Komano, que estrelló el balón contra el poste y dejó a Paraguay a un paso de la clasificación.
El momento culminante llegó con el golpe de gracia del goleador del Benfica, Óscar “Tacuara” Cardozo. Con gran calma y profesionalismo, Cardozo ejecutó un disparo con su pie izquierdo que se alojó en la esquina derecha de la portería, descolocando por completo al portero japonés y sellando la clasificación de Paraguay a los cuartos de final.
El júbilo que se desató en la tierra guaraní fue inmenso. La hinchada se unió en un solo grito de alegría, abrazos y canciones resonaron en todo el país, inundado de felicidad y satisfacción por el logro de su selección. La Albirroja no solo había llegado lejos en el torneo, sino que había dejado en alto el nombre de Paraguay. Sin duda, ese momento marcó una de las mejores épocas de la Albirroja, un recuerdo que se celebra cada 29 de junio con orgullo y emoción.
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