El papa Francisco asistió a una vigilia con jóvenes en el Parque Tejo en Lisboa este sábado durante su viaje apostólico a Portugal con motivo de la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Foto: Infobae
El Papa Francisco, en su característico estilo de liderazgo visionario, culminó la reciente Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Portugal con un poderoso llamado a más de un millón de jóvenes. En un discurso apasionado, les instó a “no tener miedo de cambiar el mundo y luchar por la justicia y la paz”. Esta JMJ no solo fue un evento religioso, sino un hito en el compromiso social y la responsabilidad global.
La ceremonia de clausura de la JMJ tuvo lugar en el Parque Tejo de Lisboa, congregando a una multitud que superó todas las expectativas. La homilía del Papa Francisco resonó con fuerza, conectando con jóvenes de todo el mundo a través de su deseo de cambio y un futuro más justo.
El mensaje central del Papa se basó en una afirmación clara: “Está bien que quieran cambiar el mundo, no tengan miedo”. Para muchos, este lema es un eco poderoso de las palabras del pontífice polaco Juan Pablo II, uniendo generaciones en una misión común.
Francisco habló directamente a los jóvenes, reconociendo sus sueños y temores, y enfatizando su papel crucial como agentes de cambio. Su discurso abordó temas como la justicia, la paz, el amor y la importancia de amar al prójimo tal como es.
El Papa no solo se centró en la juventud, sino que también hizo hincapié en temas globales urgentes. Desde la crisis en Ucrania hasta el cuidado del medio ambiente, su mensaje fue una llamada a la acción y a la responsabilidad compartida.
En su discurso, Francisco expresó su dolor por la situación en Ucrania y compartió su sueño de paz. Este llamado no solo resonó en Europa sino en todo el mundo, subrayando la necesidad de rezar y trabajar juntos por un futuro pacífico.
Francisco también exhortó a los jóvenes a continuar con sus preocupaciones ambientales, enfatizando que “la tierra herida y maltratada” necesita su atención y cuidado.
En una sorpresa emocionante, el Papa anunció que la próxima JMJ se llevará a cabo en Seúl, Corea del Sur, en 2027. Este evento será la segunda edición en Asia y simboliza la universalidad de la Iglesia y el sueño de unidad global.
La JMJ de Portugal no fue solo un evento religioso; fue una declaración de intenciones, un llamado a la acción, y una invitación a ser «surfistas del amor». La voz del Papa Francisco continúa inspirando a jóvenes y viejos por igual, uniendo a la humanidad en una misión común de amor, paz y justicia. El futuro parece brillante, y los jóvenes están al frente, guiados por un líder que cree en su poder para cambiar el mundo.
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