El Club Sportivo Luqueño, conocido cariñosamente como “El Chanchón”, enfrentó un episodio oscuro de violencia en sus propias instalaciones, con jugadores del equipo principal como las víctimas directas.
La institución deportiva condenó vehementemente estos actos tras la derrota ante Libertad, que culminaron con jugadores lesionados.
Tras el desafortunado incidente, la dirección de Sportivo Luqueño se apresuró a comunicar su postura: “Lamentamos profundamente lo ocurrido… Repudiamos los actos de violencia que resultaron en agresión física en contra de jugadores del plantel principal», declaró la entidad en un comunicado oficial”.
El mensaje destaca la urgente necesidad de cordura y sensatez, dos elementos que faltaron durante los disturbios, reportó Versus.
Las agresiones no fueron menores. Futbolistas de renombre como Alfredo Aguilar, así como los argentinos Matías Castro y Alan Ledesma, y el prometedor joven Ángel González, se vieron particularmente afectados. González aún presenta marcas visibles en su espalda, un doloroso recuerdo del ataque sufrido.
El club no sólo lamentó la agresión hacia sus jugadores, sino también destacó la ausencia y falta de responsabilidad de los encargados de seguridad pública. En palabras de la dirección: “…pudo haber terminado en tragedia ante la ausencia total de los encargados de la seguridad pública que abandonaron a su suerte al plantel de jugadores y cuerpo técnico”.
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