Luis Fernando Bernal, presidente de Essap. Foto: ABC Color.
La Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP), en un audaz movimiento, ha desvinculado a cerca de 600 empleados, generando un ahorro mensual de G. 1.500 millones.
El presidente de la ESSAP, Luis Bernal, anunció esta decisión en una conferencia de prensa, marcando un hito en la historia de la empresa estatal.
Bernal, al frente de la ESSAP, ha tomado una decisión firme y contundente para enfrentar las deficiencias de la empresa. De los 700 empleados que ingresaron durante el gobierno anterior, 590 han sido desvinculados. Este recorte, lejos de ser un simple ajuste, es una auténtica revolución en la aguatera estatal.
Los empleados desvinculados, que cuentan con menos de 10 años de antigüedad, recibirán una indemnización. Del total, el 10% son operativos y el 90% administrativos. Esta decisión no solo busca el ahorro económico, sino también la eficiencia en la gestión de los recursos humanos de la empresa.
El ahorro obtenido será destinado a inversiones en obras, con el objetivo de mejorar la calidad del servicio de agua potable. Bernal no ofreció detalles sobre si existen o no planilleros entre los despedidos, pero sí aseguró que habrá reasignaciones para optimizar los recursos.
La ESSAP busca evitar repetir la historia de Copaco, la empresa estatal de telecomunicaciones, conocida por sus problemas financieros y operativos. La optimización de los recursos es una prioridad para garantizar la sostenibilidad de la ESSAP y mejorar la calidad del servicio de agua potable, especialmente en las zonas más alejadas del país.
Esta revolución en la ESSAP marca un antes y un después en la gestión de la empresa. Con esta decisión, se busca un cambio profundo que permita a la ESSAP enfrentar los retos del futuro y garantizar el acceso al agua potable para todos los paraguayos.
Fuente: ABC Color
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