La chacariteña María Eugenia Cabaña Benítez (de azul), autoproclamada “la reina del Clan Rotela”, encabezó nuevamente ayer incidentes frente a la penitenciaría de Tacumbú tras el motín. Foto: ABC Color
En un hecho sin precedentes, el Clan Rotela, uno de los grupos más temidos dentro de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, entregó el cuerpo de un reo asesinado durante un motín. El brutal asesinato, así como las demandas realizadas al Gobierno, han conmocionado al país.
El reo asesinado, identificado como José Carlos Giménez, alias Checho o Checho’i, fue ultimado de una puñalada en el abdomen. Cumplía desde 2014 una condena de 12 años por asalto y estaba gestionando salidas transitorias o libertad condicional. Según informes, se negó a sumarse al motín generado por el Clan Rotela.
El Clan Rotela “liberó” el cadáver y exige al Gobierno volver a superpoblar el penal de Tacumbú, dando un plazo de 15 días. Aparentemente, el grupo criminal descubrió que el Gobierno estaba extrayendo sistemáticamente del penal a cientos de sus integrantes.
El amotinamiento se inició precisamente por esta situación, y uno de los líderes del clan, Armando Javier Rotela Ayala, exige el traslado inmediato a Tacumbú de 80 presos que estaban en el departamento Judicial de la Policía.
La situación en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú es tensa. El Gobierno entiende que el traslado o la muerte de Rotela dejaría desgobernado su grupo, que no tiene un “segundo al mando” visible.
Mientras tanto, el Clan Rotela se atrinchera y amenaza con más violencia si sus demandas no son atendidas.
Fuente: ABC Color
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