La planta desalinizadora en Villa Choferes hoy llaveada. La misma funcionó solo durante tres años (2010 al 2013). Foto: Archivo, ABC Color
En el Chaco paraguayo, dos plantas desalinizadoras que fueron construidas en 2010 durante la gestión de Camilo Soares como ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) han dejado de funcionar hace más de una década. Estas obras, que tuvieron un costo de G. 15.000 millones, son hoy monumentos al despilfarro y la inoperancia del Estado.
Ubicadas en Villa Choferes del Chaco y el Tte. Irala Fernández, estas plantas tenían como objetivo eliminar la salinidad del agua subterránea del Chaco, que es mayoritariamente salada e inservible hasta para el consumo animal, y destinarla para el consumo humano.
Sin embargo, el proyecto resultó un fracaso total y, hoy en día, las estructuras se utilizan como aljibes para almacenar agua para acarreo.
La planta de Villa Choferes del Chaco, situada en el kilómetro 451 de la ruta Transchaco, con una capacidad de producción de 200.000 litros por día, funcionó a medias hasta mayo del 2013.
La otra planta, ubicada en Teniente Irala Fernández (Presidente Hayes), con capacidad de procesar 10.000 litros diarios, nunca operó.
Una de las zonas más afectadas por la sequía es precisamente Tte. Irala Fernández. Aquí, comunidades indígenas y latinas conviven enfrentando la misma problemática de falta de agua y sequía extrema.
El sitio donde se instaló la desalinizadora en este lugar, que costó un estimado de G 8.965.450.396, actualmente sirve como reservorio de agua, cosechando agua de lluvia para ser repartida posteriormente.
En diciembre de 2011, se presentó una denuncia contra Camilo Soares por lesión de confianza por la construcción de las dos plantas desalinizadoras. Sin embargo, la investigación de la denuncia nunca avanzó y quedó en el olvido en el Ministerio Público.
Hoy en día, los reservorios de las desalinizadoras en Villa Choferes del Chaco y Tte. Irala Fernández, con capacidad de 700.000 y 120.000 litros respectivamente, son utilizados para almacenar agua que se reparte en las comunidades indígenas.
Fuente: ABC Color
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