La creciente del río Paraná ha desplazado a más de mil personas en Ayolas, quienes han sido enviadas a refugios transitorios. Sin embargo, hay una cara invisible y olvidada en esta crisis humanitaria: las mascotas que han quedado abandonadas a su suerte.
Numerosas familias han tenido que abandonar sus hogares debido a la inundación, llevándose consigo, en muchos casos, solo sus pertenencias más valiosas y animales de granja como patos y gallinas. Pero los animales domésticos, aquellos amigos fieles que también forman parte de la familia, han sido dejados atrás.
El martes, seis barrios de la ribera de Ayolas despertaron sumergidos bajo las aguas. En esta zona, rescatistas encontraron gatos y perros abandonados en techos de viviendas, árboles y lugares altos, e incluso algunos flotando a la deriva sobre trozos de madera.
José Mutti, coordinador de la evacuación del Centro de Operaciones de Emergencia de Ayolas, lamentó profundamente esta situación. “Hemos encontrado muchos perros y gatos en los techos, árboles, lugares altos, a otros incluso les encontramos flotando sobre una maderita, rodeados de agua sin nada para comer”, indicó.
Sin un refugio establecido para estos animales, los rescatistas han sacado de las aguas a los animales y los han liberado en tierra firme, dándoles una oportunidad de vivir y de rebuscarse cada uno por sí mismo.
“Es una situación grave y triste. Muchas personas abandonaron sus mascotas. Los dueños solo han salvado a sus animales de granja como gallinas y patos”, expresó Mutti. “Estamos viendo un lugar para que se les pueda llevar”, agregó.
El río Paraná alcanzó el martes los 5,90 metros y se prevé que podría llegar a seis metros mañana con perspectiva de seguir creciendo hasta el domingo. Mientras tanto, la lucha por sobrevivir continúa para estas mascotas abandonadas, víctimas olvidadas de una tragedia que no distingue entre humanos y animales.
La crisis en Ayolas es un llamado a la reflexión sobre cómo tratamos a nuestros animales domésticos en tiempos de emergencia. Es un recordatorio de que, al igual que los seres humanos, ellos también merecen ser salvados.
Fuente: Última Hora.







