El Gobierno brasileño declaró una guerra sin cuartel al crimen organizado. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció que las Fuerzas Armadas reforzarán la seguridad en puertos, aeropuertos y fronteras del país, en un intento desesperado por frenar la creciente ola de violencia.
“La situación es muy grave. La violencia se agravó y decidimos que el gobierno federal intervenga con todo su potencial”, dijo Lula en una rueda de prensa, flanqueado por los ministros de Justicia y Defensa, junto a los jefes de la Fuerza Aérea, la Marina y la Policía Federal.
El refuerzo militar, que estará en vigor hasta mayo de 2024 y se renovará si es necesario, se concentrará especialmente en las fronteras con Bolivia y Paraguay, con el objetivo de inhibir el ingreso de armas y drogas que abastecen a las bandas del narcotráfico de las grandes ciudades brasileñas.
Este movimiento sin precedentes se produce después de una serie de incidentes violentos en varias ciudades del país, más intensos en Río de Janeiro, donde operan poderosas bandas de narcotraficantes y organizaciones paramilitares conocidas como milicias.
Solo la semana pasada, estos grupos sembraron el caos en parte de la ciudad, al incendiar 35 autobuses de transporte público en protesta por la muerte de uno de sus líderes a manos de la Policía.
Las operaciones de la Marina se concentrarán en los puertos de Itaguaí y Río de Janeiro, así como en el puerto de Santos y en el lago de Itaipú, en la frontera con Paraguay. En cuanto a los aeropuertos, el refuerzo comenzará por las terminales internacionales de Galeão (Río de Janeiro) y Guarulhos (São Paulo).
Además, el gobierno ordenó que los militares amplíen sus operaciones en las fronteras con Bolivia y Paraguay en los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Paraná. “Estos estados tienen una relación logística con las bandas de Río de Janeiro y São Paulo”, explicó el ministro de Justicia, Flávio Dino. Para esta operación, se destinarán unos 3.700 efectivos.
Los puertos, aeropuertos y fronteras son considerados “puntos estratégicos” en la lucha contra el crimen organizado, junto con las labores de inteligencia destinadas a identificar y desmantelar las redes financieras de estas bandas criminales.
Fuente: DW.







