En lo que parecía ser el comienzo de unas vacaciones soñadas, 60 paraguayos se encontraron en una situación de angustia y desesperación al quedar varados durante 18 horas en una peligrosa ruta brasileña. Este incidente, provocado por un desperfecto mecánico en el autobús que los trasladaba a Río de Janeiro, se convirtió en una odisea que puso a prueba su resistencia y paciencia.
José Ferreira, uno de los pasajeros afectados, compartió los detalles de esta travesía inesperada. El viaje, que partió de la Estación de Buses de Asunción con retraso, ya mostraba signos de problemas desde su inicio. Con un autobús sustituto más pequeño y lento, algunos pasajeros incluso tuvieron que viajar de pie. La primera parada en Ciudad del Este, en lugar de ser un mero trámite, se convirtió en una prolongada espera de dos horas.
El trayecto de Asunción al Puente de la Amistad duró 10 horas, un tiempo excesivo que no presagiaba nada bueno. La verdadera prueba comenzó al ingresar a Brasil, cerca de Cascavel, donde el autobús se detuvo abruptamente a las 02:00 de la madrugada. Allí, los paraguayos permanecieron varados en una de las rutas más peligrosas del país vecino, enfrentando no solo el miedo y la inseguridad sino también la falta de comunicación con los representantes de la empresa de autobuses.
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El temor se intensificó cuando, a pocos kilómetros, otro autobús sufrió un asalto. Por fortuna, una pasajera brasileña logró contactar a la Policía Ferroviaria para su custodia. Sin embargo, los problemas continuaron al día siguiente. Tras una breve reanudación del viaje, el autobús se detuvo nuevamente en una zona de tránsito intenso y peligroso.
El incidente no solo significó una demora considerable en su llegada a Río de Janeiro, sino también la pérdida de reservas de hotel y un gran malestar general. Ferreira resalta la preocupación particular por los adultos mayores y los niños que formaban parte del grupo.
Fuente: ABC Color.
