Terrible. El consumo del crack influye en el aumento de asaltos. Foto: Gentileza
Con el inicio del ciclo lectivo, los centros educativos de Asunción y Central vuelven a verse amenazados por el flagelo de las drogas, con puntos de venta ubicados estratégicamente en las cercanías. El negocio millonario no tiene escrúpulos y utiliza a menores como vendedores.
Unite a nuestro canal de Whatsapp
La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) advierte sobre este peligro, tras haber desmantelado el año pasado cerca de 100 microbocas en Central, detenido a 80 narcos y decomisado 700 mil dosis de crack, la droga más dañina. Los delincuentes usan la modalidad delivery, sin necesidad de instalarse físicamente cerca de los colegios.
Los especialistas alertan que los centros educativos son focos atractivos para los expendedores por la cercanía con su clientela cautiva. Así lo demuestran recientes operativos cerca de establecimientos en Luque y Concepción. En muchos casos utilizan como mulas a sus propios hijos.
Según describe la Senad, ya no existen zonas rojas acotadas, sino puntos de mayor vulnerabilidad como asentamientos precarios y villas miseria. Los casos más críticos se ubican en los Bañados y barrios carenciados de Asunción y Central, donde el drama social se entremezcla con las drogas.
El intento de las mafias por copar territorio es implacable. Cuando cae un expendedor, su lugar lo ocupa rápidamente un familiar o conocido, perpetuando el círculo vicioso. Detrás quedan historiales de dolor, adicciones, inseguridad y muerte.
Fuente: Última Hora
Esta web usa cookies.