La crisis interna en la Asociación Nacional Republicana (ANR) se profundiza mientras un sector de senadores disidentes busca recuperar el control de la Cámara Alta, histórico bastión de resistencia al cartismo hasta 2023. El conflicto reciente entre los senadores Lilian Samaniego y Antonio Barrios revela las crecientes tensiones dentro del partido.
El enfrentamiento se desató cuando Samaniego denunció su exclusión de importantes comisiones parlamentarias, incluyendo la presidencia de la comisión de amistad Paraguayo-Americana, así como las comisiones de Relaciones Exteriores y Salud, decisiones que atribuyó directamente al sector cartista.
Lilian Samaniego apunta contra senadores tránsfugas.
Cuestiona que hayan firmado el comunicado en apoyo a Antonio Barrios, pese a que trabajaron en contra de la ANR.
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— ABC TV Paraguay (@ABCTVpy) December 13, 2024
La senadora Samaniego, en una declaración que resonó en los pasillos del Congreso, se autoproclamó como la “ambulancia republicana” dispuesta a recoger a los descontentos del cartismo, sugiriendo que las fracturas internas son más profundas de lo que aparentan.
La configuración actual del poder en el Senado muestra al bloque cartista, bajo el liderazgo de Natalicio Chase, con 18 senadores, incluyendo miembros de exFuerza Republicana y legisladores que cambiaron su afiliación política. Este grupo se fortalece con el apoyo de cuatro senadores expulsados del PLRA.
#NoTieneNombre Internismo en #ANR
«A Lilian Samaniego la respeto mucho como dirigente. Cuando cayó el Partido Colorado, ha sido quien ella quien volvió a juntar los pedazos del Partido Colorado cuando estaba en la llanura. No les veía en aquel momento a los machotes que hoy… pic.twitter.com/fELkuTr4Ib
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Con el respaldo adicional de los liberales disidentes José “Pakova” Ledesma y Líder Amarilla, además del independiente Colym Soroka, el cartismo logra mantener una precaria mayoría en votaciones cruciales para el Ejecutivo.
Los movimientos disidentes han intensificado sus reuniones y negociaciones, buscando conformar un frente unido que podría desafiar la extensión del mandato del presidente del Senado, Basilio “Bachi” Núñez, figura clave del cartismo.
La aritmética parlamentaria actual muestra al cartismo rozando la mayoría absoluta con 22 votos, apenas por debajo de los 23 necesarios para mantener el control absoluto de la Cámara Alta.
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Las promesas incumplidas y los desacuerdos internos han generado un clima de descontento que los disidentes buscan capitalizar para reorganizar las fuerzas opositoras dentro del partido colorado.
La reconfiguración del poder en el Senado podría tener importantes implicaciones para la gobernabilidad y el equilibrio de fuerzas en el Congreso Nacional, especialmente en la aprobación de proyectos estratégicos del Ejecutivo.
Fuente: ABC Color
