Foto: Gentileza.
El Centro de Salud de San Alberto, ubicado en Alto Paraná, sufrió un colapso antes de ser inaugurado oficialmente. La obra, con un costo de más de G. 419 millones, había sido adjudicada a la empresa Aguirre MFC, de Anabela Aguirre Villalba, firma que acumula múltiples contratos con la Municipalidad de San Alberto.
El incidente, que ocurrió en una sección antigua en proceso de refacción, no dejó heridos debido a que la zona aún no estaba habilitada. La directora de la X Región Sanitaria, Noelia Torres, aclaró que la responsabilidad recae exclusivamente en la administración municipal encabezada por el intendente Carlos Ramírez. Sin embargo, se anunció una auditoría cruzada por parte del Ministerio de Salud para investigar el caso.
Las denuncias sobre la calidad de los materiales y las irregularidades en las licitaciones no son nuevas. La empresa Aguirre MFC ya ha sido señalada en otras obras, como en Minga Guazú, donde se detectaron contratos irregulares para la provisión de tubos, columnas y cordones. Según reportes, esta firma, cuya actividad principal es la venta de tejidos de alambre y artículos de plomería, opera desde un precario local en el Km 28 Monday de la ruta internacional. El monto asciende los 168.173.087 (ciento sesenta y ocho millones ciento setenta y tres mil ochenta y siete).
La Dirección Nacional de Contrataciones Públicas reveló que Aguirre MFC no cuenta con antecedentes significativos en licitaciones a nivel nacional.
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No obstante, fue invitada directamente por el intendente de Minga Guazú, Digno Caballero Ruíz, para proveer materiales que no figuran entre sus rubros registrados.
Además, la sospecha de favoritismo y corrupción en la gestión de las licitaciones aumenta la presión sobre los responsables.
Fuentes: Radio 1000 AM- Diario Vanguardia- Radio Concierto
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