Brasil atraviesa un momento decisivo en su política económica tras la aprobación de la reforma tributaria impulsada por el gobierno de Lula da Silva, mientras el real brasileño alcanza niveles históricos de depreciación frente al dólar.
La Cámara de Diputados ratificó una transformación fundamental del sistema impositivo que reduce de cinco a tres los gravámenes sobre el consumo, estableciendo tributos a nivel federal, regional y municipal. Esta simplificación busca modernizar la estructura fiscal del país.
La nueva legislación introduce un régimen especial para productos considerados perjudiciales para la salud, como bebidas azucaradas y alcohólicas, que enfrentarán tasas más elevadas. Simultáneamente, establece exenciones para medicamentos específicos y alimentos básicos, incluyendo la carne.
Aunque la reforma omite elementos centrales del paquete fiscal gubernamental, como límites al salario mínimo real y modificaciones al Beneficio de Pago Continuo (BPC), incorpora mecanismos para retener hasta el 15% de las enmiendas parlamentarias para cumplir restricciones fiscales.
El mercado financiero reaccionó con escepticismo ante estas medidas. El dólar superó la barrera de los 6,26 reales, marcando su nivel más alto desde la implementación del Plan Real en 1994, evidenciando la persistente desconfianza de los inversores.
Esta semana en el Panorama de https://t.co/NMIvikJUw7 analizamos «Brasil: se la pone de sombrero?»
Con algo mas de señales, acomoda el barco. Porque Brasil (no lula) es una topadora. Pero esta en manos de Lula 3.0
Mientras, el Central vende U$S20bn a U$S a 6.2; en un nivel… pic.twitter.com/BcjotwglCi
— Fernando Marull (@FernandoMarull) December 20, 2024
Matheus Spiess, analista de Empiricus Research, califica el paquete como “mediocre e insuficiente”, señalando que el gobierno deberá presentar medidas adicionales para restablecer la confianza del mercado. La comunicación gubernamental durante la presentación del paquete generó incertidumbre entre los inversores.
La presión cambiaria impactó significativamente en el mercado bursátil brasileño, provocando una caída del 3,14% en el principal índice, hasta los 120.772 puntos. Este retroceso coincidió con un contexto internacional adverso, reflejado en la caída del 2,96% del S&P 500 estadounidense.
El presidente Lula celebró la aprobación como un “hito histórico” después de cuatro décadas de debates, destacando que la reforma promete un sistema tributario más simple, eficiente y transparente, orientado a impulsar el desarrollo económico y reducir desigualdades.
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La administración Lula enfrenta el desafío de mantener su capital político mientras navega entre las expectativas del mercado y sus objetivos de política económica. La tensión con el Banco Central por las tasas de interés añade complejidad al panorama.
Los mercados financieros mantienen reservas sobre la suficiencia del ajuste fiscal propuesto, generando volatilidad en los activos brasileños. Esta incertidumbre, combinada con las divergencias sobre política monetaria, configura un escenario desafiante para el gobierno.
Fuente: La Política Online







