La industria del cuero paraguayo registra un crecimiento significativo en sus exportaciones durante 2024, alcanzando USD 91.937.022 por 79.906 toneladas, según datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa). Este incremento representa un aumento del 48% en ingresos y 51% en volumen respecto al año anterior, pese a una caída del 66% en los precios internacionales.
El sector enfrenta desafíos significativos en el mercado global, según explica Emilio Bedoya, presidente de la Cámara Paraguaya del Cuero. La guerra entre Rusia y Ucrania ha generado incertidumbre mundial, impactando negativamente en la demanda y los precios. Además, presiones ambientales han resultado en el cierre de mercados importantes como el italiano, tradicionalmente destino de cuero para tapicería automotriz y productos premium.
La industria paraguaya del cuero afronta cuestionamientos ambientales desde 2016, lo que ha llevado al desarrollo del Sistema de Trazabilidad Socioambiental del Paraguay. Esta iniciativa busca garantizar la sostenibilidad y transparencia en la producción, adaptándose a los estándares internacionales exigidos por los mercados globales.
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El sector genera más de 3.000 empleos directos en el país, con una capacidad de producción en las principales curtiembres de entre 3.000 y 4.000 cueros diarios. Las exportaciones alcanzan más de 50 destinos internacionales, principalmente en Asia y Europa, demostrando la competitividad del producto paraguayo en mercados exigentes.
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La competencia internacional presenta desafíos adicionales relacionados con la innovación y tecnología. Las empresas paraguayas enfrentan limitaciones en el acceso a financiamiento a largo plazo para inversiones en maquinaria y desarrollo industrial, crucial para mantener la competitividad en el mercado global.
El sector también enfrenta la competencia de materiales alternativos, como el denominado “cuero ecológico”. Bedoya señala que esta alternativa, aunque comercializada como ecológica, es esencialmente un producto plástico con menor durabilidad, cuya producción y desecho generan importantes impactos ambientales. La industria busca contrarrestar estas tendencias enfatizando la calidad y sostenibilidad del cuero natural paraguayo.
Fuente: La Nación