Javier Milei firmó el decreto que convierte al Banco Nación en Sociedad Anónima. Foto: Rodrigo Nespolo
El gobierno argentino oficializó la transformación del Banco de la Nación Argentina en sociedad anónima mediante el decreto de necesidad y urgencia 116/2025. La medida, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni, establece que la entidad pasará a denominarse Banco de la Nación Argentina Sociedad Anónima (BNA S.A.), manteniendo el Estado Nacional el control mayoritario con el 99,9% de las acciones.
La nueva estructura societaria contempla la participación minoritaria de la Fundación Banco de la Nación Argentina, que conservará el 0,1% restante de las acciones. Según el decreto, esta transformación busca optimizar la competitividad del banco en el sector financiero y mejorar la asignación de recursos, garantizando la continuidad operativa de la institución.
Los números que respaldan esta transformación son significativos: el balance especial al 31 de diciembre de 2024 revela activos por 48 billones de pesos, depósitos y obligaciones por 33 billones, y un patrimonio neto de 15 billones de pesos. La cartera de préstamos alcanza los 15 billones de pesos, con índices de cobrabilidad históricos y un crecimiento extraordinario del 600% durante 2024.
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La iniciativa, impulsada internamente por el presidente del banco Daniel Tillard y el vicepresidente Darío Wasserman, surge después del fracaso de la ley ómnibus en 2024. La nueva estructura jurídica podría facilitar la entrada de capital sin implicar necesariamente una privatización, permitiendo modificaciones en productos financieros, políticas crediticias y tarifarias orientadas a maximizar la rentabilidad.
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Esta transformación ha generado resistencia en diversos sectores, particularmente en las entidades gremiales bancarias, que argumentan que el rol social del banco es irrenunciable y no puede ser reemplazado por la banca privada. Durante las discusiones legislativas de la Ley de Bases en 2024, el BNA fue excluido de la lista de empresas a privatizar debido a la oposición política.
La dirección del banco defiende la transformación como una medida necesaria para continuar expandiendo los préstamos a PyMEs y familias. La entidad ha fortalecido su posición en el mercado financiero argentino, alcanzando una participación del 17,5% y consolidando su liderazgo en activos, depósitos, préstamos y patrimonio.
Fuente: La Nación
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