Agencia IP
Entre 2022 y 2024, la brecha salarial entre los empleados públicos y privados en Paraguay se amplió significativamente, alcanzando hasta un 56% a favor del sector estatal. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que el ingreso promedio mensual de los empleados públicos creció un 19,25%, el de los trabajadores privados solo aumentó un 10,63% durante el mismo período.
En 2022, el salario promedio de un empleado público era de G. 4.115.300 mensuales, superando en un 45% el ingreso del sector privado, que promediaba G. 2.837.200. Para el cuarto trimestre de 2024, la diferencia se amplificó: los trabajadores estatales percibieron en promedio G. 4.907.700, mientras que los privados alcanzaron G. 3.138.900, lo que traduce una diferencia de G. 1.768.800 mensuales.
Este incremento desigual responde principalmente a ajustes salariales dictados por decisiones gubernamentales, no necesariamente vinculadas al desempeño económico. Los empleados públicos suelen beneficiarse de negociaciones sindicales y beneficios adicionales, mientras que en el sector privado los aumentos salariales dependen de la rentabilidad empresarial y la demanda del mercado.
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Otro factor clave es la estabilidad laboral del sector público, que ofrece mayor seguridad y beneficios a largo plazo. En contraste, la desaceleración económica y la alta informalidad laboral limitan las mejoras salariales en el ámbito privado, donde muchos trabajadores enfrentan condiciones laborales más precarias.
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El crecimiento desproporcionado de los salarios públicos plantea interrogantes sobre la sostenibilidad fiscal y la competitividad del sector privado. Si bien los aumentos benefician a los funcionarios estatales, también generan presión sobre las finanzas públicas, especialmente si no están acompañados por mejoras en la eficiencia del gasto.
En el futuro, la evolución de esta brecha salarial será determinante para evaluar la equidad económica y la sostenibilidad del mercado laboral en Paraguay, exigiendo un equilibrio entre las políticas salariales y la salud fiscal del país.
Fuente: Artículo de MF Economía e Inversiones para ABC Color
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