César Garay Zuccolillo es el primer ministro de la Corte que preside el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. GENTILEZA/Publicada por @Jem_py
El ministro de la Corte Suprema de Justicia, César Garay Zuccolillo, fue designado este jueves como nuevo presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), marcando un hito histórico al convertirse en el primer integrante del máximo tribunal de la República que asume la conducción de este órgano extrapoder. La elección se produjo de manera unánime durante la sesión plenaria del JEM, a propuesta de la presidenta saliente, Alicia Pucheta, quien había anticipado esta posibilidad en conversaciones previas con el presidente Santiago Peña, según trascendidos periodísticos.
El nuevo titular del JEM, quien integra el organismo como representante de la Corte Suprema de Justicia, ejercerá sus funciones hasta el 1 de marzo de 2026, en un momento particularmente crítico para la institución encargada de juzgar el desempeño de jueces y fiscales. Su designación por consenso refleja el respaldo que Garay ha conseguido entre los diversos sectores que componen el Jurado, integrado por representantes del Poder Judicial, Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y la abogacía, constituyéndose en una figura capaz de concitar apoyos transversales en un organismo que históricamente ha estado atravesado por tensiones políticas e institucionales.
La trayectoria de Garay dentro del JEM ha estado marcada por posiciones críticas en casos emblemáticos, lo que podría señalar un giro en la orientación del organismo bajo su conducción. Junto con su colega, el ministro Manuel Ramírez Candia, se distinguió al adoptar una postura cuestionadora cuando se trató en plenaria el caso del exdiputado Orlando Arévalo, quien renunció a la vicepresidencia del Jurado y a su banca en la Cámara Baja tras verse involucrado en el escándalo de los chats del fallecido legislador Eulalio “Lalo” Gomes. En aquella oportunidad, Garay calificó como “gravísimos y deleznables” los mensajes y audios que evidenciaban presuntos hechos punibles, señalando la necesidad de realizar investigaciones rigurosas sobre las personas mencionadas en dichas comunicaciones.
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Su posicionamiento institucional quedó de manifiesto cuando declaró: “En atención a que esas publicaciones afectan directamente el cabal desempeño de funcionamiento de esta institución, una estricta sujeción a derecho corresponde si lo considera que el Jurado inicie los escudriñamientos de rigor, concernientes a las personas afectadas”. Esta postura, favorable a la transparencia y al esclarecimiento de posibles irregularidades, podría marcar la línea de su gestión al frente del organismo, en un contexto donde la credibilidad de las instituciones de control y supervisión enfrenta cuestionamientos por parte de la ciudadanía.
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La llegada de Garay a la presidencia del JEM coincide con un momento de particular tensión en el sistema judicial paraguayo, sacudido por denuncias de corrupción, tráfico de influencias y presiones políticas. El nuevo presidente deberá enfrentar desafíos significativos, como el fortalecimiento de la independencia del órgano, la garantía de procesos disciplinarios transparentes y la recuperación de la confianza pública en la institución. Su perfil como jurista de larga trayectoria y su experiencia como ministro de la Corte Suprema podrían aportar una perspectiva técnica y una visión institucional que contribuyan a elevar los estándares de funcionamiento del Jurado.
La elección de un ministro de la Corte Suprema como presidente del JEM también plantea interrogantes sobre la posible reconfiguración de las relaciones entre el Poder Judicial y este órgano extrapoder. Tradicionalmente, el JEM ha mantenido una dinámica compleja con el sistema judicial, alternando entre momentos de colaboración y episodios de tensión.
Fuente: Última Hora
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