Foto: Referencial.
La ciudad de Mariano Roque Alonso enfrenta una problemática crítica en materia de orden vehicular: la Municipalidad no dispone de grúas ni de cepos para sancionar a los conductores que estacionan de manera indebida.
Pese a las reiteradas denuncias y reclamos comunitarios, la comuna no cuenta con los medios básicos para hacer cumplir las normativas viales. La situación fue confirmada por técnicos municipales durante una reunión con vecinos, quienes exigen soluciones concretas ante la inacción de las autoridades.
Los vecinos han documentado reiterados casos de vehículos mal estacionados, que obstruyen el paso peatonal y el tránsito en barrios como Surubi’i . Ante la falta de sanciones reales, los infractores continúan actuando con impunidad, generando malestar y conflictos en la zona.
Un referente barrial informó que se reunió con ingenieros municipales para exponer el hartazgo colectivo. Aunque la intendenta Carolina Aranda (PLRA) no participó del encuentro, se prometió que en mayo se dibujaran los puestos de estacionamiento, como parte de un plan paliativo.
La jefa comunal, Carolina Aranda, perteneciente al movimiento liberocartista, no estuvo presente en la reunión sostenida con vecinos, pese a la magnitud del reclamo. Su ausencia ha generado críticas, ya que los ciudadanos consideran urgente su intervención directa en esta problemática.
Desde la sala técnica de la Municipalidad afirmaron que los recursos ya están asignados y que se iniciarán mejoras visibles para este mes. Sin embargo, sin grúas ni cepos, los vecinos temen que los cambios no sean suficientes para frenar las infracciones.
Ante la falta de herramientas para hacer cumplir las normas, los residentes propusieron una medida alternativa: enviar una comunicación formal a la administración para que emita advertencias escritas a los infractores.
El objetivo es visibilizar el problema, generar conciencia y evitar que el descontrol vehicular siga creciendo en ausencia de fiscalización real por parte del municipio.
A la par del caos vial, los vecinos también enfrentan una alarmante invasión de moscas en varios barrios de la ciudad. Esta situación se atribuye a la falta de condiciones mínimas de higiene en fábricas y empresas, que operan sin control ni fiscalización adecuada por parte del municipio.
Muchos desechos son arrojados directamente en la vía pública, generando focos de contaminación que afectan la salud y la calidad de vida de los habitantes.
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Mientras tanto, la comunidad permanece en alerta y organizada, buscando visibilizar estos conflictos mediante reclamos públicos, notas formales y reuniones técnicas. La exigencia es clara: la Municipalidad debe asumir sus responsabilidades con respuestas concretas y efectivas.
Fuente: RDN
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