Mina en Paso Yobái. Foto: Ilustración/archivo/IP.
El Viceministerio de Minas y Energías registró un hito económico durante 2024 cuando Paraguay exportó casi 600 kilogramos de oro, multiplicando por diez la producción histórica del país. Esta cifra contrasta dramáticamente con los apenas tres kilogramos mensuales que se alcanzaban hasta hace pocos años, marcando un punto de inflexión en la industria extractiva nacional.
La totalidad de esta producción proviene de Lampa SA, única concesionaria habilitada legalmente para la explotación aurífera en territorio paraguayo. La empresa opera en el distrito de Paso Yobái, departamento de Guairá, bajo un marco regulatorio que busca garantizar trazabilidad y cumplimiento de criterios ambientales mediante el uso controlado de tanques y piletas especializadas.
El viceministro Mauricio Bejarano confirmó que por primera vez en la historia nacional se distribuyeron regalías generadas por la producción de oro. El esquema de distribución destina el 50% de estos recursos al Tesoro Nacional, mientras el porcentaje restante se reparte equitativamente entre la Gobernación de Guairá y el municipio local, creando un precedente para futuros desarrollos mineros.
Con el precio internacional del oro fluctuando alrededor de 100.000 dólares por kilogramo, la exportación de 600 kilogramos habría generado ingresos aproximados de 60 millones de dólares. Al tipo de cambio actual, esta cifra equivale a cerca de 480.000 millones de guaraníes, representando un aporte significativo para las arcas públicas y la economía regional del departamento de Guairá.
El Catastro Minero Nacional registra actualmente dos concesiones vigentes, 26 permisos otorgados y 76 solicitudes en proceso de análisis, indicando un creciente interés en el sector extractivo. Sin embargo, las autoridades mantienen un enfoque cauteloso priorizando la formalización y el cumplimiento de normativas ambientales por sobre la expansión acelerada de la actividad.
Las autoridades sectoriales impulsan activamente la formalización de prestadores de servicios asociados a la minería, incluyendo pequeños productores artesanales que tradicionalmente operaban en la informalidad. Este proceso busca integrar a estos actores bajo el paraguas de la empresa concesionada, garantizando que todas las operaciones cuenten con las correspondientes licencias ambientales y cumplan con estándares técnicos establecidos.
Uno de los mayores desafíos identificados es la sustitución del mercurio, históricamente utilizado en procesos de extracción artesanal, por tecnologías menos contaminantes. El Viceministerio promueve el uso de cianuro verde, una alternativa que presenta impacto ambiental significativamente menor o prácticamente nulo comparado con métodos tradicionales de beneficiado del mineral.
Bejarano enfatiza que el desarrollo minero debe ejecutarse bajo principios de sostenibilidad, reconociendo que la actividad extractiva a nivel global ha generado tanto beneficios económicos como perjuicios ambientales. Esta perspectiva orienta las políticas públicas hacia un modelo de explotación responsable que preserve los recursos naturales para futuras generaciones.
El combate contra la minería ilegal representa uno de los principales desafíos institucionales, considerando que el Viceministerio carece de facultades coercitivas para intervenir directamente. Las acciones se realizan coordinadamente con el Ministerio Público y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible cuando se detectan delitos ambientales, limitando la capacidad de respuesta inmediata ante infracciones.
La mayoría de denuncias recibidas están relacionadas con el uso irregular de mercurio, cuyo control excede las competencias del Viceministerio y corresponde directamente al Mades. Esta fragmentación de responsabilidades institucionales complica la fiscalización efectiva y requiere un trabajo interinstitucional más coordinado para avanzar hacia un modelo de gestión más ordenado y eficiente.
El ordenamiento territorial, factor determinante en conflictos por uso del suelo, corresponde a los municipios según la normativa vigente. Esta distribución de competencias genera vacíos de coordinación que las autoridades sectoriales buscan resolver mediante mesas de trabajo interinstitucionales que permitan una planificación territorial más coherente con el desarrollo minero sostenible.
Un estudio de dos años impulsado por la Diócesis de Villarrica detectó altos niveles de contaminación por mercurio y cianuro en Paso Yobái, afectando suelos, recursos hídricos y cultivos de yerba mate en la zona de influencia minera. La investigación identificó presencia de mercurio en orina de 11 pobladores testeados, sugiriendo posible filtración de contaminantes en fuentes de agua potable.
Unite a nuestro canal de Facebook
El sector minero desacreditó estos estudios, generando un debate técnico sobre metodologías de muestreo y interpretación de resultados. Sin embargo, las autoridades del Viceministerio reconocen la necesidad de erradicar progresivamente el uso de cianuro convencional y reemplazarlo por alternativas más ecológicas que minimicen riesgos para la salud pública y el medio ambiente.
Aunque la producción mensual en 2025 volvió a promediar 30 kilogramos, las autoridades mantienen expectativas de crecimiento controlado. El viceministro Bejarano asegura que el objetivo es seguir expandiendo la actividad de manera ordenada, respetando rigurosamente la normativa ambiental y priorizando la sostenibilidad por sobre la maximización de beneficios económicos a corto plazo.
Fuente: ABC Color
Esta web usa cookies.